El proyecto contempla que los aportes del BCRA al Tesoro no crezcan en términos reales. El dólar rondará los $ 18 en promedio. Oficializa para este año caída del PBI de 1,5%
El Gobierno necesitará el año próximo tomar deuda neta por unos u$s 38.000 millones. Así se desprende del proyecto de Presupuesto 2017 que ayer presentó el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, ante la Cámara de Diputados, que contempla un crecimiento del gasto corriente y de capital del 22,1%, lo que marca un aumento real ya que se ubica por encima de la inflación de 17% estimada en el texto. La iniciativa, que comenzará a ser debatida en comisión el martes próximo, podría ser convertida en ley a fines de octubre, si se cumple el cronograma que delineó el oficialismo.
Según las planillas anexas al proyecto, la emisión neta de títulos ascenderá a $ 720.000 millones, aunque el endeudamiento neto llegará a $ 640 mil millones el año próximo, equivalente a u$s 38.000 millones. Un dato relevante es que contempla congelar la asistencia del BCRA al Tesoro: $ 90.000 millones netos adicionales de adelantos transitorios y $ 70.000 millones de utilidades. Es el mismo valor de 2016, lo que implica una disminución en términos reales.
Según fuentes del oficialismo, un tercio de la deuda autorizada en el proyecto está pensada para cubrir el déficit estimado del 4,2%; otro tercio iría al rollover de la deuda actual; mientras que el tercio restante quedaría a libre disponibilidad del Ejecutivo. Del total del Presupuesto 2017, la deuda pública representa un 10,5% y es un valor que, en comparación con 2016, crece 32,4%.
Además de la toma de deuda, otros de los ítems que más aumentarán en comparación con este año son las previsiones para obra pública y los gastos previsionales. Este último punto se debe a la Ley de Reparación Histórica a jubilados, a la que el proyecto destina casi $ 32 mil millones.
Tal como había trascendido, la administración macrista proyecta un crecimiento del 3,5% para 2017 y un dólar promedio de $ 17,92. Además, admite que 2016 cerrará con una caída de 1,5% en el Producto Bruto Interno (PBI), aunque considera que ?lo peor de la fase recesiva ya habría pasado?.
En cuanto a la inflación, aparece estimada en un rango que va del 12 al 17%; con una variación de precios implícitos del PBI para este año de 37,2%; y para el año próximo de 19,4%. «Es un proyecto que está basado en la verdad, esencialmente por dos razones. Porque hemos recuperado la confiabilidad del Indec, y porque lo que estamos ofreciendo a partir de estas estadísticas verídicas es la mejor estimación de lo que creemos deben ser las variables macroeconómicas para el año que viene», aseguró Prat Gay.
Ante los legisladores de la comisión de Presupuesto y Hacienda, que preside el oficialista Luciano Laspina, Prat-Gay remarcó además que el Ejecutivo buscará la «eliminación gradual de los superpoderes, a través de una modificación de la Ley de Administración Financiera, para ir limitando el margen de acción» de la Jefatura de Gabinete en la reasignación de partidas presupuestarias.
Al estimar los recursos tributarios, y mientras se analiza una reforma en el Impuesto a las Ganancias, el proyecto contempla una suba de recaudación del 27,9% por ese tributo. Aun así, fuentes del Ministerio de Hacienda aseguraron que en las estimaciones del Presupuesto está implícito el impacto fiscal de $ 25 mil millones que significaría la suba del Mínimo no Imponible (MNI) y los cambios en las escalas que el Gobierno está diseñando. Según el borrador que la Casa Rosada discute con los gobernadores, el MNI subiría entre 15 y 17%.
En el mensaje del proyecto, el Gobierno aclara que el aumento de recaudación que prevé por Ganancias se explica «por las subas proyectadas en los niveles de actividad económica, precios, remuneraciones e importaciones», pero además remarca que en la comparación interanual inciden «las compensaciones y devoluciones por el pago a cuenta de los consumos en el exterior», entre otros.
Además, la iniciativa del Ejecutivo prevé que la recaudación por el llamado Impuesto al Cheque crecerá 24,9% el año próximo, lo que se explicará por «el aumento en el monto de las transacciones bancarias gravadas».
El proyecto también contempla que el déficit comercial crecerá con fuerza en los próximo tres años, llegando a los u$s 4.900 millones en 2019.
Luego de escuchar al ministro, todo el oficialismo se hizo eco de su declaración sobre la «veracidad» del proyecto. Mientras que por la oposición, el diputado del Frente Renovador y economista Marco Lavagna consideró que las pautas macroeconómicas del texto «son realizables», aunque consideró algo «optimista» la proyección de inflación al 17%. Además, el legislador cuestionó que Prat-Gay «no hizo referencia al tema del endeudamiento ni al impacto del aumento tarifario» durante su exposición. Un tema que estará en el centro del debate desde el martes, cuando el proyecto comience a tratarse en comisión.