Por cada dólar ahorro que la AFIP le autoriza a usted a comprar, el Banco Central (BCRA) habilita sólo u$s 0,3 a la industria automotriz para poder importar componentes que necesita para poder producir los autos.
Los cupos del Central para todas las terminales son u$s 154 millones mensuales, más u$s 77,7 millones para las empresas que comprometieron inversiones. Para compararlo, durante marzo la AFIP autorizó u$s 485,5 millones para comprar dólar ahorro. «El 85% de las importaciones argentinas se utilizan para producción. Máquinas, aparatos, piezas, partes, bienes de capital, inversión y energía. Cuando el BCRA restringe dólares para importadores afecta el nivel de actividad y también la capacidad exportadora», indica Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI.
«Está claro que lo hacen para quitarle aire o protagonismo al mercado informal», advierte el presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina, Diego Pérez Santisteban, quien calcula que la deuda del BCRA con los importadores asciende a u$s 4.600 millones.
Para Mauricio Claverí, coordinador de Comercio Exterior de Abeceb, «hay una estrategia de conceder en dólar ahorro para reducir la brecha y que el riego de una expectativa devaluatoria se disipe». Gonzalo Dalmasso, coordinador del sector automotriz de Abeceb, coincide en que «el gobierno está priorizando el dólar ahorro para mantener la estabilidad del blue, mientras va asignando los dólares para la actividad productiva y comercial conforme el nivel de reservas y las fuentes de financiamiento lo vayan permitiendo».
Miguel Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI, plantea que es absolutamente una decisión electoralista: «Este mecanismo sirve para achicar la brecha y frenar la escapada del blue, lo que es el costado positivo desde la mirada productiva, ya que achica los costos internos. Además, la cantidad unitaria de afectados si frenás la venta a particulares es electoralmente más importante que los afectados del campo productivo. Pero lo cierto es que los dólares necesarios para el funcionamiento de la economía real no están: son insuficientes. Si se aumentaran los dólares para insumos, se incrementaría la producción y se volvería al círculo virtuoso.»
Santisteban recalca que las autorizaciones para importar siguen teniendo tiempos de otorgamiento poco previsibles, «por lo cual el problema de oferta se mantiene».
Las terminales automotrices tienen cada una asignada un cupo de divisas mensuales (en general acceden al mercado de cambios cada lunes), que requieren para financiar el descalce en sus operaciones de comercio exterior. Además de lo que liquidan por sus exportaciones, las empresas pueden acceder hasta dicho cupo para pagar importaciones de vehículos, componentes y pagar deuda comercial acumulada.
Si ampliaran este cupo, se produciría un significativo aumento de las importaciones de vehículos, principalmente desde Brasil. Ante la fuerte caída de su mercado, Argentina constituiría una válvula de escape para evitar mayores despidos en la industria brasileña. Además, habría un aumento en los pagos al exterior en concepto de deuda comercial acumulada durante 2014, tendiendo a normalizarse la situación. El director de una de las empresas líderes revela que el stock de deuda con proveedores del exterior impaga asciende a más de u$s 2.500 millones: «Si suben el cupo podría achicarse el stock de deuda progresivamente, e intentar normalizar las importaciones para responder con la gama de vehículos que quieren los potenciales clientes: productos que se traen a cuentagotas por el cepo», confiesa el ejecutivo.
Hoy las divisas del BCRA se orientan en mayor medida a la adquisición de piezas para producir y también para vehículos terminados que complementan la oferta local. La situación es muy distinta por empresa: las que no exportan nada utilizan el 100% de los dólares que reciben para importar piezas e insumos para producir. Por su parte, las que exportan poco utilizan esos dólares para importar piezas e insumos para producir y, si les sobra, para importar autos terminados. Por último, las que exportan mucho los utilizan para traer vehículos terminados, porque con las divisas de sus expo pagan piezas e insumos.
«El aumento de las importaciones de vehículos impulsaría volúmenes de ventas en el mercado doméstico en torno a los niveles de 2014, o incluso levemente por encima. También habría un moderado aumento de los niveles de producción respecto de las proyecciones actuales, aunque de cualquier manera estarían por debajo de los niveles de 2014 debido a la menor demanda de Brasil», estima Dalmasso.
Más impo traería más expo
Ponce es tajante: «Si les dieran más divisas a la industria, se podría evitar los problemas en muchas exportaciones que no pudieron cumplimentarse por falta de los insumos necesarios. Se solucionaría el faltante de repuestos para usados de todo tipo y se vendería más».
Por otra parte, sostiene que agilizaría la entrega de vehículos, que hoy tienen demoras de varios meses: «Esto ya está pegando en el nivel de actividad, las exportaciones, y el empleo, luego de un período en que lo disimuló adelantando las vacaciones 2015: los operarios regresaban de las vacaciones 2014 y les pedían que se quedaran en sus casas y se tomaran las del 2015, al no haber insumos para la línea de producción».