Ahora deberán contar con la autorización del BCRA para operar. Deberán informar sobre cantidad de dinero transportado en cada traslado, su origen y el destino final. «Transformaron a las empresas de caudales en policías del BCRA», revelan en la City. Solían utilizarse para mover billetes en blue.
«Transformaron a las empresas de caudales en policías del BCRA», revelan en la City. El Central aprobó ayer un marco regulatorio para la actividad de transporte de valores, que contempla un régimen de supervisión y control para el desarrollo de la operatoria. Además, establece el cumplimiento de un régimen informativo para saber la cantidad de dinero transportado en cada traslado, su origen y destino final.
Según cuentan los mesadineristas, los caudales solían utilizarse para mover billetes en blue: «De hecho, en la época de mesas grandes que movían u$s 500.000 cada una, se alquilaban caudales para mover los paquetes de un lugar a otro».
Hoy todo está atomizado: ya no hay mesas de u$s 500.000, sino muchas mesas de u$s 50.000, y para eso no necesitan caudales. Ahora, el cliente que vende un inmueble en u$s 300.000 o u$s 400.000 que quiera tener el físico en la mano deberá hacerse un par de viajes.
Igual, esgrimen en las financieras que eso se arregla: «Siempre hay empresas particulares que ayudan en eso, todos los cambistas grandes tienen personal que da una mano. Pero quitar caudales para el transporte de pesos en negro incentiva aún más la operatoria blue, porque por logística un bolsón de dólares son 15 de pesos. La logística es un motivo importante para el uso del blue: nadie lleva pesos larga distancia, lleva dólares dentro de Argentina, la capital o la provincia».
«Hay muchas empresas de seguridad que transportan valores con coches o camionetas semiblindados, ya que hasta ahora la actividad no estaba regulada. Ahora quieren prohibir eso, de modo que la Superintendencia de Seguros no autorice a que las empresas que no estén inscriptas ante el BCRA puedan tener un seguro», detallan desde una de las empresas líderes.
De esta forma, quieren anular los canales informales del movimiento y de venta de efectivo que pasa por cuevas.
Los bancos le habían pedido al BCRA que regule las tarifas del sector, pero por ahora la autoridad monetaria no ve este tema como una preocupación, ya que lo único que les pide a las transportadoras es que informen sus cuadros tarifarios. Creen que es un servicio que cada entidad puede negociarlo por su cuenta, pero para los bancos no es nada sencillo, ya que son sólo tres las grandes empresas del sector (Prosegur, que tiene el 60% del mercado, Brinks y Maco) y el año pasado aumentaron sus tarifas un 38%. Cobran cada vez que el camión hace una parada, más un porcentaje de los que lleva, que puede ser de alrededor del 0,2%. Para los bancos, es el costo más alto que tienen en su estructura luego del personal, ya que con un aumento del 40% de la emisión monetaria, y al no haber un billete mayor de $ 100, debe contratar muchos servicios.
Las transportadoras se quejan de que son ineficientes, y que un billete de $ 200 les aliviaría el trabajo: «En cada parada que hacemos en un banco demoramos media hora, porque el vigilante debe bajar una bolsa por vez, ya que la otra mano la debe tener libre. Con un billete de $ 200, el tiempo de permanencia en una parada sería más corto. Entonces, en lugar de hacer diez paradas por día, podríamos hacer 14, ser más eficientes y mejorar los costos», plantean.
En el sector se quejan de una empresa nueva de seguridad de la zona Sur que se metió en el negocio con ocho camiones de caudales que, con una estrategia de precios mucho más bajos que sus competidores, está entrando en el segmento del retail.