La mayoría de los especialistas advirtieron que esta elección sólo puede resultar conveniente para el corto plazo ya que prevén una aceleración en los aumentos de precios luego de las elecciones.
A partir de la última licitación del Tesoro y teniendo en cuenta la desaceleración que mostraron los precios en julio, y la que se prevé para los próximos meses, comienzan a ganar atractivo estrategias de inversión con mayor peso de instrumentos a tasa fija. Sin embargo, los especialistas que dialogaron con Ámbito advirtieron que esta elección sólo puede resultar conveniente para el corto plazo y en su mayoría recomendaron mantener una porción importante de la cartera en títulos CER.
Si bien se mantuvo en niveles elevados, la inflación de julio fue del 3%, la menor desde septiembre del año pasado. Asimismo, otros indicadores de precios también se redujeron considerablemente; los precios mayoristas registraron su menor incremento en 14 meses, mientras que el costo de la canasta básica tuvo su aumento más bajo en un año.
De acá hasta las elecciones el mercado prevé que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) crecerá en torno al 2,7%/2,8% mensual. Sin embargo, proyecta una aceleración una vez sentenciados los comicios, algo que está vinculado al ajuste de precios relativos que vienen atrasándose como el tipo de cambio, y fundamentalmente las tarifas.
En este contexto, algunos inversores ven una oportunidad en la apuesta en pesos a tasa fija pero sólo en aquellos instrumentos de escasa duración. “Estos inversores se están volcando por títulos a muy corto plazo, con un máximo de tres meses, aprovechando la última licitación, en la cual el Tesoro convalidó una tasa más alta. Esta estrategia es a corto plazo ya que se espera una baja en la inflación estos meses, pero un repunte el año que viene”, explicó a este medio Martin Saud, Senior Trader de Balanz.
Con mayor precisión para quienes opten por este tipo de activos, el analista sugirió el BOTE21, que vence el 4 de octubre y brinda un rendimiento superior al 43%, y la Letra a Descuento (Lede) del Tesoro que también caduca en el décimo mes del año.
Por su parte, el presidente de Wise Capital, Walter Morales, aseguró que las mejores oportunidades están en los bonos que ajustan por Tasa Badlar ya que considera que el Banco Central no tiene margen para bajar la tasa de los plazos fijos debido a que provocaría una intensificación en la dolarización de carteras.
En ese sentido, Morales recomendó el AA22 y el PR15, que vencen en abril y octubre de 2022, respectivamente, y actualmente ofrecen un rendimiento anual superior al 46%, por encima de cualquier bono que ajuste por CER y venza antes de 2023 inclusive.
Además, el experto también ve con buenos ojos los TO23 y TO26 emitidos por el Gobierno Nacional, con rendimientos en torno al 50%, y las Letras del Tesoro con plazos más cortos.
«Hasta las elecciones estos títulos pueden comprimir rendimientos. Ahora la compresión de tasas tiene un límite y es que la inflación va a continuar siendo alta. Es difícil que baje del 3% de julio a 2,5%. La desaceleración puede llevarla a 2,75%, lo que nos hace pensar que la compresión de tasas puede llevar a los bonos Tasa Fija a rendir 45%. Por debajo de este rendimiento, preferimos los CER. Los que ajustan por Badlar pueden pagar tasa y continuar siendo atractivos porque tienen una duration de 8 meses», explayó.
Cabe remarcar que en la última colocación de deuda en pesos, la Secretaría de Finanzas volvió a poner a disposición de los inversores Ledes, que habían estado ausente en la pobre licitación anterior. La mejora en los resultados del financiamiento obtenido fue traccionada justamente por la demanda de la letra más corta (la de octubre), que concentró el 52% de lo adjudicado.
El economista jefe de Quinquela Fondos, Rodrigo Benítez, sostuvo que la elección entre estas letras a tasa fija y aquellas ajustadas por inflación (CER) depende de la inflación esperada y su comparación con el rendimiento de las Ledes que se licitaron esta semana.
“Pensando siempre en el corto plazo (octubre – diciembre), los rendimientos implícitos son muy parecidos. Las Ledes a octubre se licitaron a una Tasa Efectiva Mensual de 2,86% y la de diciembre a 2,71%. Tomando la inflación proyectada en el REM, vemos que los rendimientos están muy arbitrados, ya que la tasa efectiva implícita de los títulos CER sería de 2,83% hasta octubre y 2,76% a diciembre”, desarrolló el economista.
Bajo este escenario de paridad en los retornos, en Quinquela se inclinan por los activos CER ya que entienden “que se logra una cobertura contra la inflación a un costo cero”. “Recién cuando se invierten de manera más notoria los rendimientos, podemos pasar a ponderar diferente los activos a tasa fija”, aclararon.
En la misma sintonía, el director de Portfolio Personal Inversiones, Santiago Abdala, dijo que desde la sociedad de bolsa prefieren “conservar la mayor proporción de pesos en activos que ajusten por inflación, dado que la desaceleración luce complicada de mantenerse post-elecciones”. Aun así, dijo que activos como el BOTE21 pueden incorporarse marginalmente en una cartera de corto plazo y con algo de riesgo.
Con este panorama, la decisión para el corto plazo no es tan clara, ya que los precios transitan un sendero descendente y la tasa en pesos comienza a ganar atractivo en términos reales. Para el largo plazo, parece haber cierto consenso en que hay una presión inflacionaria por el momento reprimida y que la cobertura en CER es la mejor forma de prevenirse.