S&P Global reafirmó la calificación de Argentina en ‘CCC/C’, manteniendo una perspectiva estable, pero señaló que una gestión efectiva de la inflación y el tipo de cambio podría mejorar el acceso a financiamiento y favorecer la estabilidad económica
«La administración de Milei ha tomado medidas integrales para reducir la inflación y eliminar los déficits fiscales, sentando las bases para la estabilización económica y el crecimiento sostenido», sostiene la última evaluación de S&P Global Ratings.
Cabe recordar que, S&P es una de las principales agencias de calificación crediticia del mundo, junto con Moody’s y Fitch Ratings. Es una división de S&P Global, una empresa de análisis financiero con sede en Estados Unidos. y evalúa la capacidad de gobiernos, empresas e instituciones financieras para cumplir con sus obligaciones de deuda (bonos, préstamos, etc.). Sus calificaciones indican el nivel de riesgo de impago y sirven como referencia para inversionistas y mercados.
A pesar de reconocer algunas mejoras y darle «crédito» a la labor de Milei, la evaluación concluyó que «las condiciones económicas de Argentina siguen siendo frágiles, y la liquidez externa continúa siendo una debilidad, a pesar de una leve mejora».
S&P Global ratificó las calificaciones soberanas de Argentina en moneda extranjera y local a largo y corto plazo en ‘CCC/C’, manteniendo una perspectiva estable, según su último informe. Además, confirmó la calificación en escala nacional en ‘raB+’ y mejoró la evaluación de transferencia y convertibilidad (T&C) de ‘CCC’ a ‘B-’, reflejando una leve mejora en las condiciones de acceso a divisas.
La perspectiva de las calificaciones a largo plazo sigue siendo estable, reflejando un equilibrio entre los riesgos derivados de la débil liquidez externa y las vulnerabilidades económicas persistentes, frente a los recientes avances en materia fiscal y reducción de la inflación.
S&P Global Ratings decidió mantener sin cambios la calificación crediticia de Argentina, reflejando la frágil estabilidad económica del país. «Mantenemos nuestras calificaciones crediticias soberanas de largo y corto plazo en moneda local y extranjera de ‘CCC/C’ para Argentina. También afirmamos nuestra calificación en escala nacional de ‘raB+’ y revisamos al alza nuestra evaluación de transferencia y convertibilidad a ‘B-‘ desde ‘CCC'», aseguró la compañía en un comunicado.
La conclusión de la agencia
La agencia justificó su decisión en la persistente vulnerabilidad financiera, a pesar de algunas señales de mejora. «La perspectiva de las calificaciones a largo plazo se mantiene estable, equilibrando los riesgos planteados por la débil liquidez externa y las persistentes vulnerabilidades económicas con los avances recientes en los resultados fiscales y en la reducción de la inflación», explicó.
En su análisis, S&P delineó dos posibles escenarios para el corto y mediano plazo. En el más adverso, advirtió que un deterioro en las condiciones de financiamiento podría agravar la inestabilidad. «No avanzar en reformas cambiarias, monetarias y de otro tipo podría generar inestabilidad y aumentar la probabilidad de un default», aseveró.
También alertó sobre los desafíos que implicaría flexibilizar los controles cambiarios: «Levantar los controles cambiarios conlleva riesgos. Una fuerte depreciación de la moneda después de la eliminación de los controles cambiarios podría impulsar la inflación, socavando los recientes avances en la estabilización de la economía. Las reservas netas de divisas del Banco Central siguen siendo negativas, lo que limita su capacidad de intervenir en el mercado para evitar un posible exceso del tipo de cambio después del fin de los controles de la cuenta de capital».
Por otro lado, S&P contempló un desenlace más favorable si las políticas económicas logran estabilizar la situación. «Una gestión hábil de la inflación y el tipo de cambio podrían crear las condiciones para una estabilidad y un crecimiento sostenidos», proyectó la calificadora. Bajo este escenario, la administración podría recuperar el acceso a financiamiento externo en condiciones más favorables. «El gobierno disfrutaría de un mejor acceso a la financiación voluntaria de los mercados de capital externos y de las agencias multilaterales de crédito», concluyó.