Las intervenciones y distorsiones en la plaza cambiaria dejaron al dólar libre en $196, casi un 5% por debajo del precio que tenía hace pocos días, un valor menor a otras cotizaciones
La inflación de noviembre de 2,5% alegró a Martin Guzmán, el ministro de Economía que está negociando con el FMI y siente la presión del organismo multilateral de adecuar la tasa de interés pasiva, aquella que se le paga al inversor, a un nivel similar al de la inflación. Sabe que sostener este nivel es casi imposible, pero al menos por un mes las tasas estuvieron por encima de la inflación ya que un plazo fijo devenga casi 3% mensual.
La noticia se conoció antes del cierre de los mercados y los primeros que ajustaron fueron los bonos indexados. El Boncer que vence el año próximo bajó 0,14%. Los depósitos UVA, en cambio, siguen subiendo a un ritmo interesante por la tranquilidad del dólar. En la primera semana del mes aumentaron casi 2% a poco más de $ 177 mil millones, mientras los plazos fijos se quedaron estancados.
Los depósitos en dólares van minando lentamente su goteo y comienzan a volver lentamente a los bancos. El gran atractivo que tienen es que el dólar MEP está mejor pagado que el “blue”. Y para hacer esa operación se necesita que el dinero provenga de una cuenta bancaria porque deben operar contra el bono AL30 o el GD30.
Por caso, el dólar MEP, aunque bajó $ 1,16 a $ 194,39, mientras el “blue” crecía $ 1 a $ 196,50, es el dólar que más conviene. El que vende en el segmento libre recibe el precio comprador que es de $ 193 contra $ 194,3 que pagan por el MEP. Cada USD 1.000 el vendedor de “blue” pierde $1.000 y no puede bancarizarlos.
El contado con liquidación también retrocedió y en el mercado del GD30, el más libre y donde más volumen opera, cayó $ 2,63 a $ 203,64. Hay que recordar que este dólar el 12 de noviembre, el día hábil antes de las PASO, llegó a operarse en el Senebi donde los negocios se hacen entre el operador y el cliente y no se publican en pantalla a $ 220. En un mes bajó 7,27%. El panorama lo completa un dólar “blue” que cotizaba a $ 206 y ahora vale $ 10 menos o sea que perdió 4,85%. El MEP fue el menos castigado, el 12 de noviembre en la plaza libre cotizaba a $ 198,50 y cedió $ 4 (-2,05%).
La brecha entre el MEP y el contado con liquidación llegó a 8% y ese era el costo del dólar cable para poner dinero en cuentas del exterior.
Los ganadores, por supuesto, fueron los que optaron por colocaciones en pesos ya sea en plazos fijos o en cauciones. El carry trade, la apuesta a ganar en pesos para después tomar las ganancias en dólares no fue más grande por el temor a una pronta resurrección del dólar que todavía se cierne como una amenaza próxima.
El riesgo país en aquel momento estaba en 1.748 puntos básicos. Ayer, por la suba promedio de 0,10% de los bonos de la deuda en los mercados del exterior, cerró en 1.694 puntos, 3 unidades menos que el día anterior.
Donde se extraviaron las ganancias fue en el mercado de acciones. En aquel momento, las subas diarias superaban al alza del dólar. Ayer el S&P Merval, el índice de las acciones líderes aumentó 0,28% con negocios por $ 1.116 millones, la mitad de lo que operaba en la época pre-PASO. Los papeles más favorecidos fueron los que más cayeron el día anterior. Transportadora Gas del Norte sumó 4,45%, mientras Grupo Galicia aumentó 3,75%. Hay aversión al riesgo, pero los precios bajos y el dólar en retroceso tientan a tomar posiciones.
Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron una rueda donde predominaron las bajas siguiendo la tendencia de los mercados del mundo que aguardan que hoy, desde la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, venga una señal sobre el futuro de las tasas ya que la inflación interanual mayorista de noviembre en aquel país superó 8%.
El derrumbe de las acciones, en especial las tecnológicas, en Wall Street, significaron un golpe para los países emergentes porque los capitales huyen del riesgo. En Brasil, por caso, cayó la Bolsa, subió el dólar y el riesgo país.
Hoy los mercados continuarán con la elevada volatilidad. Diciembre es un mes que no da tregua.