Una desaceleración global complicaría a la renegociación de la deuda argentina
Distintos bancos de inversión advirtieron que existen riesgos de que se vislumbre una caída en el nivel de actividad de los Estados Unidos, aunque sin iniciar una recesión. En ese sentido, el impacto de una desaceleración en los mercados emergentes tiende a ser negativo. En Argentina, en cambio, los analistas consideran que las cuestiones relacionadas con la reestructuración de la deuda toman una mayor importancia en la economía y los precios de los activos regionales. Entienden que una desaceleración global complicaría a la reestructuración de la deuda argentina.
La guerra comercial entre China y Estados Unidos generaron impactos negativos en la industria manufacturera de americana, alertando a los inversores y a la Fed a que estemos próximos a un proceso de desaceleración más importante. Analistas de Wall Street alertan sobre los riesgos de una desaceleración de la economía todavía mayor.
Desde Schroders destacaron que, al analizar las perspectivas del mercado laboral y de bonos, parece que una desaceleración en la economía de americana es inevitable. De todos modos, consideraron que ello no necesariamente debe conducir a una recesión. Además, según detallaron, el mercado de bonos del gobierno sugiere una recesión inminente.
“Con una excepción, en 1966, cada vez que la curva de rendimiento de EE.UU.se invirtió, luego Estados Unidos entró en recesión en algún momento de los siguientes 18 meses. Una curva de rendimiento para una economía de funcionamiento normal debería inclinarse hacia arriba, con bonos a más largo plazo que tengan tasas de interés más altas que los bonos a más corto plazo. La inversión de la curva de rendimiento más reciente fue en mayo de este año, lo que sugiere que la economía puede estar destinada a una recesión”, alertaron.
Además, uno de los modelos de Schroders pone la probabilidad de recesión en los próximos 12 meses en alrededor del 40%. Con una excepción (1966), cada vez que la probabilidad de recesión aumentó por encima del nivel crítico del 25%, seguido a una recesión.
Desde el banco de Inversión Goldman Sachs señalaron que las probabilidades de recesión alcanzan el 25%. En esa línea, desde el banco destacaron que las posibilidades de que la economía estadounidense caiga en una recesión «no son significativas» en el corto plazo a medida que los hogares estadounidenses extienden la expansión y las tensiones comerciales parecen estar disminuyendo.
«Todavía creo que la posibilidad de una recesión en EE.UU hasta las elecciones es pequeña. Hoy aproximadamente es del 25%. Hace nueve meses, probablemente hubiera dicho que era del 15%. Creo que la incertidumbre ha aumentado pero los datos económicos y el impulso de las ganancias se han mantenido bien y los consumidores estadounidenses todavía están muy saludables», señaló el CEO David Solomon en Bloomberg.
Últimos datos económicos
En cuanto a los datos económicos en EE.UU., durante el tercer trimestre de 2019 la economía americana comenzó a mostrar signos de agotamiento.
“En el tercer trimestre del año, Estados Unidos evidenció una desaceleración de la actividad económica a 1,9% trimestral anualizado, aunque con una significativa contribución del consumo privado que continúa impulsando el crecimiento. Por otro lado, la actividad industrial puso en evidencia los efectos de la guerra comercial al alcanzar en septiembre niveles mínimos desde la última recesión (47,8 puntos)”, señaló Victoria Fernández, analista de Research Wealth Management de Banco Mariva.
Dado este escenario, la Reserva Federal de EE.UU. cambió su estrategia a comienzo de mes y postergó el proceso de suba de tasa para iniciar un ciclo bajista en el costo del dinero. La Fed reforzó su tono expansivo y se mostró mucho más dispuesta a actuar en relación al panorama económico, recortando por tercera vez en el año su tasa de interés de referencia a 1,5% al 1,75% anual.
Fernández sostuvo que dicha política monetaria expansiva estaría logrando evitar un contagio del sector industrial hacia el mercado laboral y el consumo privado, disminuyendo así los riesgos de una recesión económica en el corto plazo.
Impacto en Argentina
En general, los bancos de inversión internacionales mantienen un común denominador en el que la economía global en 2020 tendrá un nivel de actividad menor al 2020, sin que ello implique una recesión. Aun así, un escenario de menor actividad no deja de ser un foco de preocupación para el resto de la economía global en general y para los mercados emergentes en particular. A su vez, esto sin duda es también una cuestión a vigilar para la economía argentina, la cual se encuentra en medio de una profunda crisis económica y financiera. El foco se central sobre la reestructuración de la deuda.
Nicolás Max, director de Asset Management de Criteria, un escenario global económico negativo podría afectar el valor de la oferta que pueda ofrecer Argentina en el proceso de reestructuración de la deuda vía una mayor prima de riesgo exigido. Además, señala que dependerá también de la duración y de la profundidad que pueda llegar a tenerla potencial desaceleración en el mundo.
“La recesión suele empujar las primas de riesgo al alza para todos los activos. Además, en un escenario recesivo, las acciones caen junto con una suba en la volatilidad de los mercados. Todo ello dificultaría el proceso de reestructuración de deuda que Argentina iniciaría el año que viene. Es decir, elevaría el ´exit yield´ de los nuevos bonos argentinos, haciendo que la oferta que pueda ofrecer el país sea de menor valor dado que estarían influenciados por el clima global”.
Por su parte, Victoria Fernández, Analista de Research Wealth Management de Banco Mariva, señaló que el escenario base del banco no es una recesión en EE.UU., aunque si ello llegase a ocurrir, impactaría en Argentina a través del canal financiero, aumentando la aversión al riesgo global.
“Esto implicaría un menor flujo de capitales hacia mercados emergentes, al tiempo que elevaría el costo de financiamiento. Sumado a esto, podría observar menores precios de commodities, con el potencial impacto negativo en la cuenta corriente de Argentina”, advirtió.
El análisis en común de los distintos analistas consultados es que un contexto recesivo genera un escollo para el proceso de reestructuración de deuda y que, en términos económicos, el impacto no sería tan traumático ya que Argentina se encuentra asilada del mundo global desde hace dos años.
Un portfolio manager de un fondo local destacó que el impacto esperado es sensiblemente menor y que hoy la reestructuración de la deuda y el plan económico toma mayor importancia que una recesión en EE.UU.
“En el caso de Argentina, esta oportunidad, ya estamos con 2 años de recesión y esperamos que el año que viene sea negativo. En este caso, no debería tener un impacto particular. Va a tener más importancia tener un buen plan económico que permita una restructuración de deuda amistosa, y que, si llegase a ocurrir, podría incluso tener un impacto positivo”, dijo el portfolio manager del fondo local.
Inversores buscando cobertura
Una recesión en EE.UU. o Europa produce una huida de los inversores hacia activos de bajo riesgo, desde activos de mayor riesgo como los de países emergentes. Esta estrategia es mayormente conocida como “fly to quality” y produce una caída en el nivel de actividad en mercados emergentes, generando una recesión en dichos mercados, acompañando la recesión de países centrales y al mismo tiempo genera problema financieros y caída de precio en los activos.
En ese sentido, Max destaca que, desde el lado positivo, las tasas de interés globales apuntarían a la baja, empujadas por mayor demanda de bonos del tesoro como parte de una estrategia de cobertura (fly to quality).
“En contextos recesivos, los inversores suelen buscar cobertura en bonos del Tesoro Americano, lo que podría empujar a las tasas de interés de referencia a la baja. Si bien una baja de las tasas en Estados Unidos podría ser parcialmente beneficioso, considero que actualmente luce más fuerte el efecto de la suba de prima de riesgo de Argentina respecto de lo que puede beneficiarla baja de tasas por fly to quality”, dijo Max.
Bonos argentinos con mayor competencia
Contextualizada la deuda local en el mundo global hace pensar que Argentina podría tener una enorme oportunidad de frente. Para aprovecharla es necesario que se resuelvan los problemas estructurales que enfrenta la economía argentina. Es decir, en el mundo, un tercio de la deuda esta con rendimiento negativo y casi toda la renta fija en el mundo tiene rendimientos inferiores al 3%. Para acceder a tal mercado se deben resolver equilibrios de mediano y largo plazo.
“Alternativas como la Argentina con rendimiento de 500 o 600 puntos, una vez normalizada la deuda y con un buen programa económico, debería tener un efecto expansivo”, anticipó el portfolio manager de un fondo local.
Otro de los factores clave que agrega el director de Asset Management de Criteria es que, en un escenario en contextos recesivos suele haber mayores activos bajo distress, ampliando el menú para los inversores que compran instrumentos financieros en tales condicionales, lo que implicaría una mayor competencia para los activos argentinos y un potencial menor protagonismo.
“Argentina necesita mercados con apetito al riesgo. En las recesiones suele haber mayores situaciones de distress. En ese caso, los fondos que operan instrumentos bajo de distress tendrán más cantidad de opciones para invertir, lo que podría quitarle a Argentina cierto protagonismo en medio del proceso de reestructuración de la deuda”, comentó.