Aunque el BCRA busca regular expectativas de inflación vía pases, la Lebac volvió al centro de la escena desde que empezó a subirlas tasas en el mercado secundario
Luego del brillo que supieron tener entre marzo y abril, el mercado de pases se desinfló en los últimos meses. Junto con él se fue desdibujando la tasa de referencia del Banco Central (BCRA), correspondiente al centro del corredor de pases. Este movimiento, según explican los economistas, se debió a la vuelta de la Lebac al centro de la escena.
En 2016, el BCRA dio la batalla contra la inflación a través de la colocación de Lebac para secar la plaza de pesos. A partir de 2017, la autoridad monetaria decidió hacer un cambio en su política y estableció la tasa del centro del corredor de pases como referencia, lo que desplazó a la Lebac a un lugar secundario.
Los pases son préstamos a 7 días entre el BCRA y las entidades bancarias. Puede ser activos (los bancos toman dinero de la autoridad monetaria) o pasivos (cuando las entidades depositan su liquidez). El punto medio entre las tasas del pase activo y pasivo el centro del corredor actúa como referencia para el BCRA.
Durante los primeros meses del año, los pases ofrecieron tasas atractivas para las entidades financieras, que desarmaron sus posiciones en Lebac para ir hacia el nuevo instrumento. Los stocks máximos se vieron en marzo, cuando los pases pasivos rondaban y hasta superaban los $ 200.000 millones. Durante el primer trimestre del año, el BCRA logró aspirar $ 125.302 millones mediante esta operatoria.
Justo cuando la nueva tasa de referencia empezaba a mostrar buen volumen, el BCRA notó que se le escapaban las metas de inflación y empezó a intervenir fuertemente en el mercado secundario de Lebac, vendiendo letras y subiendo las tasas por encima de los pases pasivos. Ante eso, los bancos volvieron a desarmar posiciones de pases para recurrir nuevamente a las Lebac. Al 27 de julio, solo había $ 67.702 millones colocados en pases pasivos.
«El mercado va adonde le pagan más tasa y aprendió que eso sucedía en la venta de Lebac en el mercado secundario. Por eso, en casi todas las licitaciones primarias de Lebac desde principio de año, el mercado le ofreció menos de lo que vencía pero, en cambio, se mostraba dispuesto a comprar el mismo instrumento en el secundario», manifestó Gabriel Caamaño, de Consultora Ledesma.
De acuerdo con sus datos, desde marzo el BCRA contrajo $ 542.112 millones por la venta de Lebac en el mercado secundario.
El viernes pasado, el BCRA pagaba 25,50% por tomar liquidez de los bancos a través de pases mientras que ofrecía 26,50% por tomar pesos a través de la Lebac que vence en agosto. «Las Lebac son un poco más largas pero tienen un mercado secundario muy líquido. Por lo tanto, se puede acortar ahí su tasa anual», explicó Caamaño.
En el mismo sentido, Federico Semeniuk, especialista en finanzas de Ecolatina, acotó: «La ventaja original de los pases era su liquidez. Con el mercado secundario de Lebac tan líquido como está ahora, los pases dejaron de tener relevancia».
Los economistas coinciden en que el BCRA tuvo un tropezón con la tasa de referencia de la política monetaria y sostienen que hoy el mercado mira con mucha más atención el dato diario de Lebac que los pases.
«Si bien el BCRA ganó algo de credibilidad y logró bajar las expectativas de inflación, que parecen creerle a las metas, la curva sigue invertida y la tasa de referencia no logra influir en las demás tasas. En algún punto, la intención de los pases era ir desarmando la bola de nieve de Lebac pero eso no pasó», indicó Amilcar Collante, economista de CeSur.
Federico Semeniuk, por su parte, agregó: «Con la fijación de la tasa de pases, el BCRA puede dar una señal hacia el resto de las tasas del mercado pero hoy el rol principal lo tiene la tasa del mercado secundario de Lebac».
Gabriel Caamaño sintetizó la visión: «El pase hoy es una formalidad. Cuando el BCRA fija la tasa de referencia, sabemos que la Lebac en el mercado secundario va a pagar en torno a ese nivel».