Por Héctor Huergo
Impresionante semana. Casi conmovedora. Pasó de todo, aquí y afuera. No, no voy a hablar de la mini crisis cambiaria, ni del exabrupto de Lilita, ni otras pequeñeces. Voy a contar lo que pasó, afuera y adentro.
Primero veamos lo que ocurrió “corriente abajo”. Es decir, con la demanda. No sólo fue un éxito la gira oficial por Japón y China, con avances cruciales con la carne vacuna y otros productos (ver págs. 2, 6 y 7). Hasta se habló de un tema tabú: la posibilidad de que China no solo compre poroto de soja sino también harina, en un año donde la Argentina no se puede dar el lujo de exportar una sola tonelada sin procesar.
En el Sial de Shangai el IPCVA confirmó el apetito insaciable por la carne vacuna, pero además todos volvieron convencidos de que los chinos se han convertido en una aspiradora de alimentos de todo tipo. Y China no está sola. En el mismo sendero está todo el sudeste asiático, Medio Oriente y amaga Africa. Ya nadie debe preguntarse, como se escuchó alguna vez, “Producir más, para qué?”.
Bueno, aquí ya estamos lanzados en la campaña 2018/19. Se vio la semana pasada en “A Todo Trigo” (ver pág. 12 en adelante). ¡Mil setencientos asistentes! Le dedicamos una amplia cobertura, sobre todo el paquete tecnológico que va a acompañar lo que ya se anticipa como la mayor cosecha de la historia. No hay euforia, pero hay fervor. Que se extiende en el up stream (corriente arriba).
El movimiento es enorme. Esta misma semana se lanzó una nueva marca de semillas: Nord, derivada de la flamante Corteva, la empresa que surgió de la fusión de Dow con Dupont/Pioneer. Coqueto evento en el City Center de Rosario, con música de cámara de fondo para la presentación de híbridos de maíz con tecnologías indispensables para la problemática de malezas resistentes, como la tolerancia a Galant. Lo notable es que en el salón contiguo, los muchachos de Nuseed (otra empresa de semillas) realizaba su propia convención de distribuidores.
Mientras tanto, recibíamos los twits de Alberto Mendiondo (IpesaSilo), desde la Nampo, la gran feria agrícola de Sudáfrica. Nos mostraba las fotos del stand argentino, de la mano de Exponenciar (organizadora de Expoagro) con varios de los íconos de la tecnología que hizo competitiva a estas pampas. Sembradoras directas, silobolsa, carros autodescargables. Con la presencia del INTA y el infaltable Mario Bragacchini. Y al mismo tiempo, también desde Sudáfrica nos llegaban otros twits, ahora de LDC Dreyfus, con fotos de lotes de soja con variedades MacroSeed, la marca de semillas que la local Don Mario produce para ellos.
Competitividad que rebalsa. Y hay todavía mucho hilo en el carretel. Aparece nueva tecnología. Una parafernalia de startups con aplicaciones que facilitan el manejo y optimizan los recursos. Surgen innovaciones como el “Sniper”, un aplicador selectivo de herbicidas desarrollado por un grupo de jóvenes emprendedores de Necochea y Tres Arroyos. Ya estuvieron en Expoagro, pero desde entonces han evolucionado y la semana próxima lo presentan en una jornada del INTA Balcarce, donde el conocido Fernando Andrade está uniendo el paradigma de la intensificación con el del uso eficiente y sustentable de los recursos.
Y no todo sucede en la Pampa Húmeda. También con demanda remozada, hay un revival del algodón en el Chaco. La semana pasada se juntaron todos: productores, el presidente del INTA, el gobierno de la provincia, de la mano del criadero Gensus, sucesora de Genética Mandiyú. Sólo hay que dar un par de puntadas para recuperar el tiempo perdido, y acortar la distancia que nos sacaron los competidores. En particular Brasil, que ya cuenta con eventos de control de insectos que aquí todavía no están disponibles.
Sí, todo se mueve. Es lo que hace viable a este país.