Tras una jornada cargada de rumores sobre el cierre de un entendimiento entre el Gobierno y sus acreedores, operadores y analistas creen que las negociaciones llegarán a buen puerto. Cómo sería el impacto en las variables financieras
En las horas finales antes del vencimiento de la oferta argentina para los bonistas tenedores de deuda regida por la Ley extranjera y tras una jornada cargada de rumores optimistas en cuanto a que el Gobierno y sus acreedores alcancen un acuerdo, los analistas y operadores empezaron a delinear cuál puede ser la reacción de los mercados a la confirmación de esa noticia.
Más allá del ruido de algunas declaraciones de ambas partes, es claro que el mercado no viene mostrando señales que convaliden una ruptura de las negociaciones. Los principales activos involucrados, los propios bonos soberanos, y las cotizaciones alternativas del dólar, vienen manteniéndose en una estabilidad relativa que no refleja la posibilidad de un default. Estos precios no se corresponden con un final sin resultados para la negociación, sin más bien consecuentes con un acuerdo.
Consultatio Financial Services hizo una simulación de tres escenarios posibles para la resolución de la saga de la deuda. Partió de una probabilidad, subjetiva, de 65% de que las negociaciones terminen con un acuerdo parcial, 15% de una ruptura de negociaciones y 20% de un acuerdo exitoso, en el que una mayoría importante de los acreedores entra al canje.
Luego de la movida de los grandes fondos, que presentaron una postura común de rechazo a la oferta oficial, ese mix de probabilidades se movió en favor de un acuerdo exitoso. Es que al moverse en bloque, en caso de existir alguna clase de acuerdo con esos bonistas la probabilidad de un acuerdo exitoso crece, en desmedro de la de un acuerdo parcial. Ahora le asignan un 5% al acuerdo parcial, un 25% a la ruptura de las negociaciones y un 70% a la probabilidad de un acuerdo con un alto grado de aceptación.
Según Consultatio, en un contexto favorable como el que se evalúa al momento de escribir esta nota, “el valor de los bonos sería consistente con la última oferta del Gobierno, pero valuada a una exit yield mayor, del 12%, en línea con los mayores riesgos derivados de una mayor cantidad de holdouts. Eso nos arroja un valor de 44,4, aproximadamente”.
“En el escenario de no acuerdo, en el cual el canje se traba (sin llegar a ser una declaración de default perpetuo), pensamos en un valor para los bonos (ya no los nuevos, sino los actuales) del orden de los USD 30. Este valor seria acorde a los precios vigentes al momento de la primera oferta del Gobierno, cuando las diferencias todavía eran sustanciales”, analizó el informe de Consultatio. En ese momento, el riesgo país estaba encima de los 4.200 puntos, aunque es un nivel difícil de volver a alcanzar porque la composición de la cartera de bonos que sigue JP Morgan para elaborar el indicador ya no es la misma.
“Si patean el tablero es lógico pensar que el dólar paralelo tienda a seguir subiendo, aunque un poco quizás ya lo vimos reflejado en esta última semana, que subió casi 10 pesos”, agregó Martín Przybylski de Consultatio Assett Management.
“Si no hay acuerdo, no hay extensión del plazo de negociación y no hay un standstill, es decir que se patea el tablero, el contado con liqudiación se te puede ir a $140 y los bonos volver a 30 centavos por dólar”, dijo Federico Furiase de EcoGo.
“Es un escenario al que no le asigno grandes probabilidades, principalmente porque no le veo racionalidad económica. Para ninguna de las partes es conveniente una ruptura cuando las posturas están tan cerca”, agregó.
El riesgo país cayó casi 7%, a 2.119 puntos, ante las subas de los principales bonos Ley Nueva York y las cotizaciones paralelas del dólar se mantienen con movimientos suaves: el contado con liquidación y el dólar MEP suben en torno a 1%, mientras que el blue permanece estable. Con los mercados globales en un día positivo, el sesgo de los activos locales fue ganando un tono alcista a medida que transcurría la jornada
Esto es, en parte, porque en la mente de los operadores la posibilidad de un acuerdo se ve cada vez más probable. Y, en cierta forma, porque buena parte del stock de esos bonos está de hecho prácticamente inmovilizado por el propio proceso del canje.
“Entendemos que algo más del 35% de los bonos, minoristas más que nada, aceptaron la propuesta oficial del Gobierno así que no se están operando. Además, el grupo de fondos que rechazó el canje dice tener el 50% del total y no entraron al canje pero están en la negociación, por lo que tampoco se operan”, dijo Rodrigo Álvarez de Analytica.
Ahora, aunque la hipótesis principal sea la de que habrá un acuerdo, en caso de caerse, el movimiento debería ser muy distinto.
“Aún con esa hipótesis la volatilidad va a existir, pero moderada. Ahora, si el Gobierno está dispuesto a patear el tablero, vamos a retroceder sobre este avance de las últimas semanas. El dólar en sus distintas variantes va a estar mucho más presionado, las expectativas de inflación van a tender a subir, se va a volver a generar inestabilidad en el mercado de deuda en pesos en el que se viene trabajando para reconstruir”, agregó.
Creo que el Gobierno al final de la historia será racional y sabe que el costo lo va a pagar la clase media, los jubilados, la economía Argentina y no BlackRock”, concluyó Álvarez.