Los bancos colocaron su exceso de liquidez en instrumentos de absorción monetaria que compensaron la expansión por compra de dólares y adelantos transitorios al Tesoro
En enero, el Banco Central (BCRA) logró aspirar más de $ 35.000 millones, pese al cambio en las metas de inflación y a la baja de la tasa de política monetaria. La absorción de pesos mediante Lebac, Lelic y Pases resultó fundamental para explicar la contracción del primer mes del año.
Durante enero, la base monetaria se redujo en $ 35.024 millones. El movimiento contractivo fue resultado de las operaciones que realizó el BCRA mediante sus instrumentos monetarios, que sacaron $ 115.802 millones de la calle. Las Lebac aspiraron $ 96.260 millones, mientras que los Pases y las Leliq (que se crearon a mitad del mes) absorbieron $ 19.542 millones.
En el extremo opuesto, el organismo dirigido por Federico Sturzenegger expandió la base monetaria por sus operaciones con el Tesoro Nacional: emitió $ 57.626 millones para comprarle dólares provenientes de colocación de deuda y $ 23.300 por adelantos transitorios.
Los instrumentos de absorción monetaria captaron el interés de las entidades financieras en el primer mes del año. El stock de Lebac en poder de los bancos creció más de $ 20.000 millones entre el 1 y el 31 de enero, y el de pases sumó más de $ 15.000 millones.
Pese a eso, la estrella del mes fue la Leliq (la nueva Lebac a 7 días exclusiva para bancos) cuyo stock llegó a $ 69.259 millones desde su creación el 11 de enero. «Arrancó el carry y hubo demanda de Lebac y Leliq tras la suba del dólar y la aceleración de las expectativas de inflación dado que limita el margen para seguir bajando las tasas. Además, hay un tema de estacionalidad asociada a una menor demanda transaccional de dinero respecto de diciembre», explicó Federico Furiase, director de Estudio EcoGo.
Mientras que diciembre se caracteriza por ser un mes de fuerte demanda de dinero por las obligaciones de fin de año, enero suele ser un mes contractivo. Esa tendencia no se verificó el año pasado, ya que en enero de 2017 se volcaron $ 6225 millones a la calle. Eso se atribuyó fundamentalmente a la emisión para comprar divisas al Tesoro ($ 23.836 millones) y a la expansión por Lebac ($ 13.700 millones). Tiempo después, el propio presidente del BCRA admitió que la política monetaria de los primeros meses del año pasado había sido demasiado relajada y eso le había jugado en contra de la concreción de sus metas de inflación.
Adicionalmente, hasta el año pasado la integración de encajes de las entidades financieras entre diciembre y febrero se hacía en forma de promedio trimestral. En ese contexto, los bancos quedaban en rojo en diciembre (cuando la demanda de dinero es más alta) y compensaban en enero y febrero. Sin embargo, el BCRA decidió eliminar la integración trimestral a partir de este año.
Rodrigo Álvarez, socio y director de Analytica, sostuvo que es normal que en enero caigan las reservas bancarias (como sucedió este año) y que lo anómalo fue lo que sucedió en 2017, cuando la integración trimestral de los encajes fue más uniforme. «En ese período el Banco Central dejó de comprar billetes a las entidades financieras y propulsó un mercado para fomentar el intercambio bilateral de efectivo entre bancos y así reducir los costos operativos de asumir el control del mercado. En ese contexto los bancos acumularon una proporción de billetes mayor y eso expandió las reservas bancarias», agregó.