El ministro también dijo que el país devaluó más que su socio en el año, pero no mencionó que fue absorbida por la inflación. Analistas insisten en que hay fuerte atraso cambiario
En pleno año electoral, el Gobierno volvió a marcar la cancha en materia macroeconómica y anticipar que pese a la depreciación que viene sufriendo el real desde el año pasado, pero con más fuerza en los últimos días, la Argentina mantendrá estable el tipo de cambio para priorizar la certidumbre.
«Si Brasil devalúa violentamente, para la Argentina lo que hay que hacer es evitar la inestabilidad y dar certidumbre. Hay muchos que se quejan de que hay atraso cambiario, pero si después devaluamos están en contra», enfatizó el ministro de Economía, Axel Kicillof, en declaraciones radiales.
Un informe realizado por la consultora Finsoport y difundido por El Cronista en su edición ayer destacó que la constante pérdida de competitividad que viene sufriendo la industria desde los últimos años, escenario que se ve agravado ahora por la devaluación más brusca de la moneda brasileña. El documento sostiene que mientras que desde julio del año pasado Brasil depreció el real más de 25%, la Argentina sólo ajustó 6% el tipo de cambio.
Kicillof salió al cruce de estas cifras y recordó que «lo que no tienen en cuenta es que hubo un corrimiento de más del 20% en enero de 2014», por lo que «en realidad el número está más cerca de un 30%», dijo. Omitió mencionar que mientras en Brasil la inflación fue del 6%, en la Argentina los precios subieron 38%, según las consultoras privadas. El Indec, claro, mostró un alza de 23,9%. Al respecto, el ministro manifestó que «la inflación bajó a un tercio desde comienzos del año pasado para todo el mundo, aún para que el miente desde la oposición».
La desaceleración en el alza de precios es una realidad consensuada entre la mayoría de los analistas, pero no dejan de recalcar que existe un fuerte atraso cambiario por la inflación acumulada de los últimos años y una política de tipo de cambio que no subió al mismo ritmo.
La inflación
«La Argentina depreció su moneda más que Brasil en términos nominales, pero cuando se analiza en términos reales, la devaluación local fue absorbida por los aumentos de precios, que superaron la devaluación», insistió Todesca, dueño de Finsoport. El economista agregó que las declaraciones de Kicillof son «para engañar a la gilada». Reconoció que si el Gobierno devalúa bruscamente también se lo cuestiona, pero consideró que «si se deprecia la moneda sin ningún plan, como se hizo en enero pasado, no puede salir bien».
Coincidió con Todesca su colega de Abeceb.com, Dante Sica, quien afirmó que «el problema sigue siendo la inflación» y «si devaluás menos que la tasa inflacionaria y además las monedas de los socios comerciales se deprecian contra el dólar, se acentúa el problema», agregó.
De todos modos, Sica anticipó que no avizora un fuerte crecimiento de importaciones de Brasil en este escenario, debido a la permanencia del comercio administrado en la Argentina, reforzado por la escasez de divisas. Sí admitió que los sectores que exportan al vecino país se verán perjudicados, especialmente el automotriz, así como los rubros químico, petroquímico y del papel.
Por su parte, el economista Fausto Spotorno, de Orlando Ferreres & Asociados, sostuvo que «hay un terrible atraso cambiario» pero aseguró que «el Gobierno hará todo lo posible para sostener el tipo de cambio lo más estable posible hasta el fin de su gestión». La experiencia de enero del 2014 le demostró a la gestión de Cristina Fernández que subir bruscamente el tipo de cambio tiene una correlación directa en los precios, por lo que en la medida de lo posible, no harán esta jugada en un año electoral.