Sergio Massa anunció que el 15 de noviembre el tipo de cambio se ajustará solo 3 pesos hasta los $ 353, según se negoció con el FMI. Sin embargo, el atraso cambiario es cada vez más notorio y se suma a la incertidumbre sobre el ganador de la segunda vuelta
Mientras que economistas y brokers locales venían apostando por un sinceramiento cambiario más o menos rápido del dólar oficial luego del balotaje, Sergio Massa se ocupó de bajar esas expectativas. El ministro de Economía y candidato presidencial aseguró que el ajuste del dólar oficial se retomará el 15 de noviembre pero con un enfoque muy gradual. Y también dejó en claro que hay cepo para rato, indicando que “a fines de 2024″ podría ser el momento de abandonarlo pero dependiendo de la situación de las reservas.
Los precios de distintos activos en el mercado local venían marcando una expectativa diferente. El contrato de dólar futuro para fin de diciembre había finalizado el viernes a $669, una cifra significativamente más alta que el ritmo de devaluación sugerido por Massa. El equipo económico sostiene que de acuerdo a lo pactado con el FMI el regreso del ajuste cambiario se hará a un ritmo de 3% mensual, arrancando con 3 pesos el 15 de noviembre. Esto implicaría un salto desde $350 a $353, o un 0,8 por ciento.
Tras el feriado de ayer, será interesante seguir la reacción de los contratos de futuros de dólar en la jornada de hoy. “Si Massa gana y cumple con lo que dice, entonces sería un gran negocio vender contratos de dólar futuro a fin de noviembre y de diciembre”, explicó el economista Fernando Marull. Para fin de este mes, el dólar oficial cotiza a $ 393,50, pero siguiendo las declaraciones del ministro debería terminar no muy lejos de los $355 (es decir un aumento de apenas 1,5% en la segunda quincena de noviembre).
Sin embargo, un mes y medio en esta Argentina es casi un siglo. En primer lugar, porque existe un alto nivel de incertidumbre respecto al resultado de la segunda vuelta. Lo que sí parece bastante claro es que el recorrido del mercado cambiario será muy distinto después del 19 de noviembre según si el ganador termina siendo Sergio Massa o Javier Milei.
En el caso de una victoria de Massa, por ahora son pocos los que realmente creen que esté en condiciones de mantener un ajuste tan gradual del tipo de cambio, cuando la inflación supera el 12% mensual (más allá de la leve desaceleración de octubre). El propio Banco Central mostró que el actual tipo de cambio ya está por debajo de los niveles del 14 de agosto pasado, es decir justo antes de la devaluación.
La sociedad de Bolsa Adcap, por ejemplo, consideró que resulta razonable aprovechar la baja que sufrieron los bonos ajustados al tipo de cambio oficial después de las elecciones para volver a posicionarse en estos instrumentos. Tras la victoria de Massa el 23 de octubre, los bonos que ajustan por CER (inflación) subieron 30%, en detrimento de los dollar linked. Pero ahora, indicaron los analistas de esta entidad, es un buen momento para hacer la operación inversa o directamente posicionarse en bonos duales, que pagan lo que más haya subido entre dólar oficial e inflación.
Con un ajuste muy gradual del dólar oficial y con el mantenimiento de los controles cambiarios, lo único que le queda a Massa es insistir con el desdoblamiento, ofreciendo distintos tipos de cambio. El actual esquema “70%-30%” que le permite a los exportadores liquidar un dólar de aproximadamente $510 seguramente tendría nuevas versiones, considerando que vence el 17 de noviembre, es decir el viernes previo a la segunda vuelta electoral.
Economistas como Domingo Cavallo sugirieron la siguiente fórmula para ir normalizando el mercado cambiario: un nuevo salto discreto cercano al 20% (parecido al de agosto) y luego un ajuste diario para seguir el ritmo de la inflación. De esta manera, el dólar oficial se acercaría a los $600 para fin de 2023.
¿Y qué pasa si gana Milei? En ese caso se abre mucho el escenario, en primer lugar porque la transición desde el 19 de noviembre hasta el 10 de diciembre podría darse en una forma menos ordenada. En la previa a las elecciones, las expectativas de una victoria del libertario habían generado un salto del tipo de cambio y aumento de la brecha. No sería descabellado pensar que suceda algo parecido en esta oportunidad si finalmente ocurre su triunfo.
Por otra parte, Milei confirmó que seguirá adelante con su plan dolarizador, al punto de haberse sacado una foto el viernes con quien ocuparía la presidencia del Banco Central para llevarlo adelante, Emilio Ocampo.
Tras el apoyo explícito de Patricia Bullrich y Mauricio Macri a su candidatura, se había especulado con la posibilidad de que el libertario desistiera de la dolarización, pero él aseguró que es parte de un objetivo central de su plan de gobierno. Los inversores creen que con un Banco Central sin dólares sería muy difícil de viabilizar o habría que hacerlo a un tipo de cambio sustancialmente más alto que el actual.