La prima de Argentina deambula entre los 350 y 370 puntos básicos (la de Brasil en 250 puntos). Los inversores internacionales dan cuenta de las mejores perspectivas del país luego de los proyectos de ley presentados. Sin embargo, no anticipan una fuerte baja en las tasas de financiamiento en 2018.
En lo que va del año el riesgo país de Argentina experimenta un retroceso de más del 19%. En la actualidad se ubica por debajo de los 340 puntos básicos. Ha caído más del doble que el promedio de la región (-7%). Claro que dicho indicador está contaminado sobre todo por Venezuela que ostenta el mayor riesgo latinoamericano de 4.527 puntos (en el año creció 109%).
Si bien la tendencia es claramente favorable a una reducción de la prima de riesgo, la vulnerabilidad de Argentina se refleja en las fuertes subas que registró a comienzos de año, pero fundamentalmente en el período previo a las PASO (acumuló una suba de más de 50 puntos) mientras que el promedio de la región bajó y sobre todo el de los países hacia a los que apunta el país como objetivo: Brasil, Perú, Colombia y Uruguay.
Brasil está estacionado en un nivel de 240 puntos (en el año bajó 26,5%) mientras que Perú, Colombia y Uruguay ostentan los mejores niveles de riesgo en torno a 110 en el caso peruano, por debajo de 180 para Colombia y menor a 150 para Uruguay. Estos tres países tienen grado de inversión (al igual que Chile) por lo que entran al menú grande de los inversores institucionales del mundo. En lo que va del año su prima de riesgo acumula una baja de 36%, 21,6% y 39,3% respectivamente. De modo que Argentina a pesar de ser, por ahora, una especie de niña mimada en los mercados de capitales internacionales, el riesgo cedió menos que sus pares de la región y sigue siendo considerada como grado especulativo (al igual que Brasil).
Por ello los analistas internacionales que reconocen el acervo de haber encarado las reformas estructurales, lo que daría lugar a mejoras en la prima de riesgo, sobre todo frente a sus pares de la región, no anticipan cambios abruptos. Por un lado porque aún quieren ver cómo se plasman las reformas, comenzando con la previsional light, y luego la fiscal y tributaria, ya que en la laboral no tienen grandes esperanzas.
Por ejemplo, desde el punto de vista de los seguros de crédito contra un default (CDS) sobre la deuda a 5 años, los pronósticos para 2018 es que siga reduciéndose el spread entre la prima argentina (240 puntos) y el promedio de la región 100 puntos. Claro que todos los pronósticos positivos parten de la base de una mejora en el escenario fiscal de Argentina con relación a sus pares. Además, lo que ven en el exterior es que la potencial mejora de Argentina se verá menguada en 2018 porque se vislumbran crecientes riesgos de un aumento general en los diferenciales de los CDS de los mercados emergentes, a medida que la economía mundial sea menos favorable para ellos. O sea, juegan a favor la consolidación del capital político de Cambiemos logrado en las elecciones del 22 de octubre (lo que se traduce en una mayor representación en el Congreso). También la aprobación más rápida de lo esperado del pacto fiscal, más el cambio de fórmula previsional (mayor ahorro fiscal) y el inicio del camino hacia la consolidación fiscal gradual. En virtud de esto se espera un nivel de déficit fiscal en línea con el de los emergentes que ostentan mejores calificaciones crediticias más altas. Lo que podría dar lugar a una mejora de la calificación soberana en el futuro. A contramano operaría el riesgo de los emergentes. Así la licuaría la mejora argentina.
Fuente: http://www.ambito.com/906128-pese-a-reformas-no-esperan-fuerte-caida-del-riesgo-pais