Aún con la caída del barril, el peso de las compras externas en la factura total de gas es elevado. En el primer trimestre prevén que el Gobierno habrá gastado ese dinero
El valor del barril de petróleo en mínimos de seis años está ayudando al Gobierno a ahorrarse divisas en las importaciones de energía. Sin embargo, la participación del costo del gas importado sigue teniendo un enorme peso en el costo total del abastecimiento del mercado interno. Así lo advierten especialistas en Carta Energética, un relevamiento trimestral del sector que elabora el equipo del ex secretario de Energía, Daniel Montamat.
El informe detalla que el peso del costo del gas importado (de Bolivia y el Gas Natural Licuado) en los costos totales ?resulta muy relevante, aún cuando se haya verificado un marcado descenso en el precio del petróleo?. Basándose en datos privados (los datos oficiales aún no están publicados), señalaron que durante el primer trimestre de 2015 la participación del costo del gas importado representó un 43,65% del costo total. Los analistas estiman que monetariamente significa un poco más de u$s 1.000 millones aproximadamente de erogaciones destinadas a suplir la importación del gas en este trimestre. Por otra parte, los datos revelan que el restante 56,4% corresponde al costo de la producción local para cubrir la demanda doméstica de gas natural.
Comparado con el primer trimestre del 2014, de todas formas, la participación del costo del gas importado en el total se redujo con fuerza aunque todavía está por encima de lo que significaba hace cuatro años. El año pasado en ese período alcanzaba poco más de 64,3%, mientras que en el primer trimestre de 2011, la incidencia era del 31%.
Proyecciones
Tanto en el Gobierno como en el sector privado, las previsiones apuntan a que el costo de las importaciones totales de energía para este año se reducirá un 30%. Las estimaciones surgen como consecuencia del descenso en el precio del petróleo en el mundo, que desde junio último (cuando cotizaba cerca a los u$s 100 el barril) a la fecha anotó un desplome cercano al 50%, y de una perspectiva de estabilidad en estos valores.
?Por la abrupta baja en los precios internacionales, estamos proyectando una caída entre un 20% y 30% en el gasto del Estado por las importaciones de energía?, estimó un reconocido consultor a El Cronista, que prefirió anonimato.
Según los últimos datos publicados por la Secretaría de Energía, en comercio exterior, tanto las importaciones como las exportaciones en este rubro, se desplomaron en enero (último mes relevado), medidas en términos interanuales. Según los datos de Aduana (que computa las operaciones del mercado sumado a las de Cammesa), las importaciones de combustibles en enero totalizaron u$s 302 millones contra u$s 560 millones del mismo mes del año pasado. Las erogaciones marcan un retroceso de más del 46% interanual.
La caída del barril afecta a todos los productos que compra del exterior la Argentina como el gas, que llega desde Bolivia y por barco bajo la forma de LNG (gas licuado) o los derivados, como las naftas, el fueloil y el gasoil. Ayer el petróleo intermedio de Texas (WTI), que se utiliza como referencia en Estados Unidos, registró un leve repunte hasta los u$s 47,51 el barril, mientras que en el mercado europeo, el Brent, retrocedió un 1,55% hasta los u$s 55,05.
Las importaciones durante el 2014 se redujeron pero el déficit en las cuentas públicas fue alto debido a que el efecto de la caída del crudo recién comenzó a sentirse hace dos meses. Así es como el año pasado el rojo de la balanza energética terminó en u$s 7.300 millones, apenas 8% menos que en 2013. El problema que avizoran algunos especialistas para el 2015 es que muchos contratos de importación de gas (como los cargamentos de LNG) para este año fueron cerrados con anticipación en 2014 cuando el petróleo todavía no había caído con fuerza. Es decir, se comprometieron a precios mucho más elevados de los que surgirían si se cerraran a los valores de hoy.