Por segundo año consecutivo, estiman una reducción del área sembrada de soja, por efecto del calendario de baja de retenciones. Pero el total a cosechar será 1% superior a 2016
A pesar de los excesos hídricos que actualmente afectan los campos de varias de las provincias, principalmente Buenos Aires y La Pampa, impulsado por el maíz y el girasol, y fundamentalmente por buenos rindes, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) proyectó una producción total de granos para la campaña 2017/18 de 127 millones de toneladas, lo que establecería un nuevo récord histórico (un 1% por encima de la campaña anterior).
En el caso del maíz, se llegaría a una superficie récord de 6,3 millones de hectáreas (+7%), mientras que el girasol tendría un aumento del 5% hasta casi 2 millones de hectáreas.
Las especialistas de la entidad, Sofía Corina y Emilce Terré, describieron que pese al optimismo en el clima de negocios, «el coto lo ha impuesto los graves excesos hídricos que continúan afectando a buena parte del área agrícola nacional, limitando la suba en la superficie proyectada». Así, proyectaron un aumento del área a sembrar para la próxima campaña del 1,15% (unas 37,2 millones de hectáreas).
Los datos contrastan con lo que desde entidades del agro vienen sosteniendo, que marcan una merma de superficie del 20% del área de siembra. «Es lo que se está estimando por las inundaciones, si no se agrava con lluvias fuera de lo normal. La cosecha récord es porque se estiman aumentos de rendimientos», afirmó a El Cronista Dardo Chiesa, Presidente de CRA.
La novedad, más allá de los números, se relaciona con el desagregado en la distribución de los cultivos, en donde por segundo año consecutivo el área a sembrar con soja podría perder cobertura. Caería un 2% hasta 18,7 millones de hectáreas.
Según afirma la BCR, los principales factores que determinan el retroceso son el alto nivel de inventarios que aún retiene el productor (se estima que el año comercial 2016/17 dejaría un volumen de stock final récord de 15 millones de toneladas) y la fuerte competencia que despierta el cultivo del maíz, cuyo margen neto mejoró a raíz de los cambios en la política comercial que implementó el Gobierno a partir de diciembre de 2015. «Por otro lado, las perspectivas de precios en el corto plazo no lucen muy alentadoras a la luz de la merma en el margen de rentabilidad del sector de procesamiento y exportación de oleaginosos que imposibilita mejorar su capacidad de pago», destacaron.
Con estos niveles, la producción de soja caería hasta 55 millones de toneladas, el menor volumen en cuatro años. Aunque se aclara que con un stock inicial de 15 millones de toneladas, la oferta total aún sería récord con algo más de 70 millones de toneladas.
En tanto, el trigo se proyecta con una suba del 2% y alcanzará 5,45 millones de hectáreas. Al igual que la soja, caerían un 6% las siembras de cebada (como contracara del aumento en el área cubierta con trigo) y un 2% las de sorgo (debido al renovado interés en apostar al maíz), hasta 0,9 y 0,8 millones de hectáreas, respectivamente.
Con estas subas y bajas, la participación de la soja en la producción total de granos perderá en total un 13% en sólo dos campañas, justamente las dos que se contabilizan desde la aplicación de nuevo esquema de retenciones, que dejaron en una tasa del 30% las que se aplican a la soja (con un esquema de rebaja del 0,5% mensual a partir de enero próximo). Como contrapartida, entre el ciclo 2015/16 y el 2017/18, el maíz pasaría de representar un 26% de la producción total de granos en la Argentina a un 32%, mientras que la relevancia del trigo habría subido del 9% al 13%. El resto de los granos, en tanto, pasarían de representar un 13% a un total de 11%, debido a la caída que evidenció la cebada.
Hace unos días, el Jefe de Gabinete del Ministerio de Agroindustria Daniel Asseff, había estimado la nueva cosecha en 137 millones de toneladas. Desde la BCR destacaron que se trata de proyecciones preliminares: «Aún resta un largo camino antes de poder dar precisiones sobre los números que dejará la campaña 2017/18 ya que, por un lado, algunos de los granos no han siquiera comenzado a sembrarse», afirmaron.