El descenso del riesgo político es un factor determinante para mantener la estabilidad del billete verde. Pero la demanda de divisas se encuentra en un nivel alto tanto para el segmento minorista como para el mayorista. Qué sucede.
Según el balance cambiario de mayo, la demanda de dólares se encuentra en un nivel alto tanto para el segmento minorista como para el mayorista. Aun así, desde el mercado aseguran que la estacionalidad sigue jugando a favor, con fuerte oferta de dólares del sector agropecuario que permiten tener un mercado cambiario equilibrado. El monitoreo de estos temas sigue siendo central, dado el temor que existe a un incremento de la dolarización durante la campaña electoral.
Como suele ocurrir en los años electorales, la demanda de dólares tiende a ser alta, más aún cuando se trata de una elección a presidente tan determinante como la actual. La dolarización del sector privado alcanzó los u$s 2500 millones en mayo y fue el mayor nivel desde agosto pasado, aunque con una mayor estabilidad respecto a abril.
Con un tono de cautela, José Echague y Francisco Mattig, analista de estrategia y jefe de estrategia, respectivamente, de Consultatio Investments, sostuvieron en un informe que el balance cambiario mostró que el progreso en el ajuste de las cuentas externas continuó durante mayo, pero también indicaron que surgieron algunas señales de alarma.
“La formación neta de activos externos (dolarización del sector privado) se ubicó en u$s 2.500 millones, el cual representa el mayor número desde agosto. Así, muestra una aceleración en la demanda de dólares. Detrás de esta dinámica, se notó que la compra de billetes disminuyó levemente en relación al dato de abril. Los no residentes también contribuyeron al deterioro en la cuenta financiera, ya que registraron un rojo por u$s 800 millones, el mayor desde septiembre de 2018”, detallaron los analistas del fondo.
Por su parte, los analistas de Quinquela Fondos resaltaron que, si bien el sector privado cerró el mes de mayo con una demanda neta de u$s 1.036 millones (una cifra muy parecida a la de abril), ese monto se compensó con la venta de dólares del Tesoro, que a un ritmo de u$s 60 millones diarios totalizó una oferta de u$s 1.320 millones.
“El sector privado por ahora se sigue comportando de acuerdo con lo previsto, con un fuerte aumento estacional de la oferta de dólares del sector agropecuario y con una demanda por atesoramiento minorista que está muy lejos de atenuarse. El atesoramiento minorista se mantiene en niveles promedio superiores a los u$s 4.200 millones por mes”, aclararon.
Mirando hacia adelante, desde Quinquela entienden que, entre nes de junio y principios de julio, podría producirse un aumento en la demanda de dólares por el cobro de aguinaldos, pero como contrapartida, algunas empresas tendrían que recurrir a la venta de divisas para atender esa necesidad de liquidez en un mercado que se mantiene sin crédito.
A su vez, Echague y Mattig agregaron que, “si bien es verdad que, con la calma cambiaria más asentada, en junio es probable que veamos números mejores, lo que nos dice el último balance cambiario es que el potencial de dolarización está latente ante un eventual shock”, advirtieron.
Por otro lado, en el informe de Quinquela agregaron que en el segmento mayorista también se observa una continuidad del proceso de dolarización iniciado con la corrida cambiaria en abril de 2018.
“La volatilidad que le imprimirán las elecciones al tipo de cambio podría generar cierto nerviosismo entre los participantes del mercado”, anticiparon.
Con la misma línea de pensamiento, Federico Furiase, director de la consultora EcoGo y profesor de la maestría en finanzas de UTDT, entiende que tanto el futuro del riesgo país como del dólar, va a estar muy relacionado a la evolución que tenga la incertidumbre política y el riesgo electoral de cara a las Elecciones PASO .
“Si la incertidumbre política escala, probablemente vayamos a ver una mayor presión en el riesgo país y en el mercado cambiario. En ese caso, vamos a ver un BCRA interviniendo en el mercado cambiario vendiendo dólares, pudiendo desacoplarla presión de los bonos respecto del mercado cambiario, aunque con una suba de la tasa de interés . Si por el contrario, baja incertidumbre política, podríamos ver una mayor baja del riesgo país y un tipo de cambio estabilizado, con margen para que el BCRA vaya bajando la tasa de interés”, explicó Furiase.
Herramientas del BCRA para encarar las elecciones
La estabilidad del tipo de cambio ya lleva más de dos meses y tiene sus inicios a fines de abril cuando el BCRA recuperó la posibilidad de intervenir en el mercado cambiario de la mano del FMI. Desde allí, el dólar apuntó a la baja, así como también lo hizo la volatilidad en el billete. Mientras, los bonos y el S&P Merval y las acciones recuperaron fuertemente desde entonces. Todo esto es clave en un contexto electoral.
Justamente, los analistas de Quinquela consideran que el gobierno apuesta a mantener estabilizado el mercado cambiario hasta las elecciones.
“Desde el oficialismo buscan que se mantenga la estabilidad cambiaria hasta las elecciones. Para eso es clave que siga alto el excedente de la balanza comercial y que se logren generarlos incentivos para retener al inversor mayorista local. Desde la perspectiva del BCRA, la posición de reservas netas y la posibilidad de intervenir en el mercado pueden convertirse en un factor adicional para contener saltos en la demanda y tratar de asegurar así un sendero tranquilo hasta las elecciones”, comentaron.
Finalmente, desde Consultatio coinciden con los analistas de Quinquela y agregan que el BCRA cuenta con una capacidad de intervención en el mercado de futuros que, según números de los analistas del fondo, se sitúa cerca de los u$s 3.500 millones.
“El BCRA cuenta con una capacidad de intervención en el mercado de futuros por un total de u$s 3.500 millones, compuesta por u$s 1.600 de posición neta compradora a mayo más u$s 1.900 millones de límite de posición neta vendida permitida por el FMI. Además, cuenta con reservas netas por alrededor de u$s 15.000 millones”, sostuvieron