Cayó más de 50% en 2018 y marcó el ritmo de derrumbe del precio de las acciones y los bonos
La gradual tendencia alcista que sostuvieron las tasas de interés en los EEUU decantaron en un fortalecimiento del dólar norteamericano frente a la mayoría de las divisas de países emergentes. En el caso del peso argentino, la apreciación del tipo de cambio fue arrolladora, pues estuvo promovida por los grandes desequilibrios de la economía doméstica.
De punta a punta, el año 2018 fue de una devaluación histórica, la mayor en 16 años desde la salida traumática de la convertibilidad en el año 2002. El peso argentino se desplomó 50,6% contra el dólar, es decir que en nuestro mercado cambiario la divisa de EEUU duplicó su valor.
Al analizar el Dollar Index (DXY), indicador financiero compuesto por una media ponderada del valor del dólar norteamericano en relación a otras divisas, se observa que en 96,2, refleja un fortalecimiento del dólar de 3,9% en el último año.
Un reporte de Portfolio Personal Inversiones apuntó que «la divisa norteamericana no solo se apreció frente a sus pares desarrolladas, sino también frente a las monedas emergentes. Puntualmente, en el año el Euro (USD 1,147) y la Libra (USD 1,269) se debilitaron un 4,5% y 6,1%, respectivamente».
«Sin embargo, las divisas emergentes se llevaron la peor parte, en particular, aquellas que cuentan con economía bajo desajustes externos y fiscales significativos», añadió Portfolio Personal.
Encabezaron este ranking negativo el Peso argentino (-50,5%), la Lira turca (-28%), el Rublo ruso (-17,1%), el Real brasileño (-14,5%) y el Rand sudafricano (-13,8%).
Los efectos de la «corrida al dólar»
El salto del tipo de cambio a lo largo de 2018 ejerció una fuerte presión alcista en los precios internos de los bienes, en particular transables. La inflación general en la Argentina redondeará un alza próxima al 48% acumulado en doce meses.
En la misma dirección, la devaluación de la moneda arrastró al desplome de precios de los activos financieros, con acciones que, en promedio redujeron su valor a la mitad medidas en dólares, mientras que los precios de los bonos negociados en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) restaron 20,7% en promedio a lo largo del último año.
Un informe de Ecolatina refirió que «el importante atraso cambiario que marcó a la economía argentina en 2017 estaba sostenido en el influjo constante de dólares financieros. Dado que los mismos no estaban garantizados, su reversión generalizada y abrupta provocó una corrida cambiaria».
El valor del dólar en la City acumuló un alza superior al 40% a lo largo del tercer trimestre, al pasar de menos de 29 pesos al cierre de junio al récord del 28 de septiembre pasado, con un cierre de $41,85 al público y $41,25 en el mercado mayorista.
«En este sentido, la importante reducción del stock de LEBAC y su sustitución por activos de menor liquidez y sin mercado secundario (LELIQ), una política monetaria muy astringente y las mayores regulaciones sobre las tenencias en moneda dura de los bancos, evitaron que esta sangría se repitiera en el cuarto trimestre», subrayó Ecolatina.
En efecto, con la llegada de Guido Sandleris a la presidencia del Banco Central el dólar cayó 7,2% en el último trimestre del año, desde los valores récord.