La tasa que mide el BCRA para grandes ahorristas cayó por debajo de 20% anual; para minoristas es de sólo 22,6%
El boom de plazos fijos, en un contexto de poca actividad y floja demanda de créditos de las empresas, generó exceso de pesos en los bancos y una incipiente caída de tasas que podría marcar, a partir de ahora, un punto de inflexión. El retorno que reciben los grandes y medianos inversores por dejar su dinero en el sistema financiero se hundió ya dos veces por debajo del 20% anual en los últimos días, como no lo hacía desde mitad de mayo; y el que perciben los pequeños ahorristas se redujo ya 70 puntos básicos desde principios de año, hasta un mínimo del 22,6%.
La tasa está debajo de la inflación real, pero todavía muy por arriba del ritmo de suba del dólar oficial que pretende llevar el Banco Central hasta las elecciones (según surge del mercado de futuros, en el que interviene directamente con ventas de contratos para fijar certidumbre sobre su política cambiaria; éste será del 14% anual hasta octubre). Y ya es, además, muy inferior al ajuste que tiene previsto empezar a conceder en el tipo de cambio a partir de octubre, que es del 23% según este mismo mercado de futuros, y especialmente en el inicio de 2016, cuando empieza a ser del 37%.
Significa que quien interprete los precios de estos derivados como una señal de las decisiones que tomará Alejandro Vanoli, encontrará poco atractivo quedarse con los pesos en el banco. El beneficio de tener los ahorros a plazo fijo es todavía menos interesante para quien considere que el «blue» pasará los $ 14 antes de las elecciones primarias del 9 de agosto próximo, porque en este caso el billete habrá ofrecido una ganancia del 37,6% anual.
En los bancos advierten que si bien todavía la renovación de ahorros es muy alta entre los clientes minoristas, empieza a perder algo de fuerza entre los medianos y grandes inversores. Los plazos fijos mayores al millón de pesos prácticamente no crecen desde mediados de mayo. Y se mantienen, en buena medida, por la falta de inversión de las grandes empresas; en la medida en que, por la incertidumbre electoral, las compañías deciden postergar sus proyectos, los fondos money market crecen y destinan cada vez más dinero al sistema financiero. Los inversores medianos, con plazos fijos de entre 5 y 10 millones de pesos, ya se desplazan hacia otros activos en dólares, como los bonos.
¿Cuál es el temor en los bancos? Que esta caída en la tasa de interés aumente aún más los pesos que la gente prefiere mantener en efectivo y nutra la demanda de dólares en todas sus versiones. A esto se le suma que el Central debe enfrentarse a mayores vencimientos de deuda: mañana, por caso, deberá pagar o renovar $ 12.142 millones en Letras. Esto supone un impedimento para sacar pesos de circulación, que lo puede obligar a convalidar nueva expansión o, en el peor de los casos, a subir las tasas de interés.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=798749