En la administración de Alberto Fernández apuntan a llevar el índice de precios a un 2,5% mensual, lo que arrojaría un 35% anual. Aunque alto, sería una baja de 20 puntos porcentuales respecto al 55% que dejó Mauricio Macri como muestra de su fracaso.
No está dicho explícitamente, pero en medios de la Casa Rosada se comenta que el gobierno de Alberto Fernández está trabajando coordinadamente para lograr una significativa desaceleración de la inflación en un horizonte de 180 días.
Sin que sea una meta, la apuesta sería tender a una inflación del orden de 2,5% mensual. De lograrse, significaría una suba anual del índice de precios de 35%, porcentaje elevado para cualquier estándar mundial pero que permitiría mostrar una reducción –nada despreciable– de veinte puntos respecto de la inflación con la que se despidió la administración de Mauricio Macri, cercana al 55% anual.
Los analistas oficiales señalan como primera carta de triunfo, que en los últimos meses las empresas formadoras de precios realizaron subas precautorias ante la inminencia de un acuerdo de precios y salarios. Dicho de otra forma, creen que las compañías tienen colchón para mantener los precios –y hasta bajarlos- en los próximos meses.
Es más, Alberto Fernández ya mantuvo numerosos encuentros con los líderes empresarios como fue el caso de Asociación Empresaria Argentina (AEA), Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) e incluso con empresarios a nivel individual. En todos estos encuentros, el jefe de Estado se ocupa de pedirles que no aumenten los precios, que ayuden en estos primeros meses.
La primera respuesta la dio la industria farmacéutica rebajando sus precios 8% por unos meses, olvidándose de las subas ya autorizadas hasta marzo que les había otorgado el gobierno de Macri.
Las tarifas fueron otro componente importante al momento de explicar la inflación reciente, pero el gobierno prevé suspender por 180 días los ajustes, al menos en la mayoría de los rubros que las conforman. Queda la duda sobre qué sucederá con las naftas, cuyos precios vienen retrasados, según señalan en el sector petrolero.
En la Argentina, el factor que más incide en los movimientos de los precios a corto plazo es el dólar. En tal sentido, el tipo de cambio ha experimentado ligeros deslizamientos en las últimas semanas y parecería ser intención de las autoridades avanzar con correcciones muy graduales. El riesgo, es que la utilización de la divisa como ancla nominal, termine provocando un atraso del tipo de cambio, como ha ocurrido en más de un gobierno.
Asimismo, el haber frenado la ley de movilidad jubilatoria el fisco no debe recurrir a una mayor emisión monetaria para hacer frente a estos pagos, especialmente, en meses donde se debía aplicar el aumento calculado con la correspondiente –elevada- inflación pasada.
Acuerdo sindical
La otra variable clave son los salarios. El presidente Alberto Fernández ya adelantó su decisión de dar ayuda a los sectores más vulnerables. En medios oficiales se comenta que podría decretarse un aumento del orden de los 5.000 pesos a los trabajadores del sector privado y para los salarios más bajos, aunque la cifra que aún no está definida. Se estima que se terminaría de cerrar ahora que ha sido aprobada ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, de acuerdo con lo que adelantaron fuentes oficiales a Ámbito.
Este aumento sería acompañado por el compromiso de los dirigentes sindicales de no pelear por nuevos aumentos, más allá de los ya acordados en paritarias. Para defender esta postura, el Gobierno puede argumentar que ya cedió a un pedido gremial al disponer la doble indemnización por despido. Es decir, el trueque consistiría en socorrer a los sectores con menores ingresos y asegurar estabilidad en el empleo a cambio de postergar ajustes en las remuneraciones. Al respecto, los líderes sindicales se vieron este jueves con el presidente en la Casa Rosada, en lo que constituyó el primer encuentro formal.
En medios oficiales se espera con expectativa la constitución del Consejo Económico y Social, en donde estas discusiones ocuparán un papel central.
Sin embargo, no será fácil, como reconocen las propias autoridades, lograr una desaceleración rápida de la inflación. En lo inmediato, el viernes pasado la carne registró una suba de 9% sobre los valores récord que venía mostrando y en medios del sector ganadero se comenta que en las próximas semanas probablemente los precios se mantengan firmes por cuestiones estacionales.