Un ejercicio del BCRA cree que por el crecimiento de los préstamos a un ritmo mayor al de los depósitos, los bancos llegarán a un punto crítico de liquidez que los forzará a competir con la tasa para conseguir fondos.
El Banco Central (BCRA) cree que los bancos no están haciendo el esfuerzo que quisiera por remunerar los depósitos de sus clientes y que eso se explica porque el sistema tiene un colchón de liquidez excedente que evita que las subas de tasas de Lebac se trasladen al rendimiento de los plazos fijos. Según un ejercicio que presentó el propio Federico Sturzenegger, elaborado por economistas de la autoridad monetaria, los bancos no necesitarán salir a conseguir depósitos en forma agresiva al menos hasta septiembre de 2018 gracias a ese excedente de fondos líquidos con el que cuentan.
El ejercicio parte de una serie de supuestos macroeconómicos de acá a 2020 (crecimiento del PBI del 3% anual, inflación que baja hasta el 5% anual, tasas de interés decreciente, un crecimiento de los depósitos a plazo fijo que los lleva del 11,6% del PBI en 2017 al 12,7% en 2020, etc.). También cuatro escenarios de crecimiento del crédito, a ritmos del 0,6%, 0,8, 1% y 1,2% mensual. Además, también se fijaron cuatro posibles coeficientes de la relación de Lebac versus depósitos privados, del 10% al 25%, que dependen de la tolerancia de cada entidad a operar con mayor o menor liquidez.
De hecho, el trabajo de los economistas del BCRA es más un ejercicio que una previsión- establece un rango que va desde septiembre del año próximo y septiembre de 2020 para la concreción de un punto crítico de la liquidez del sistema financiero que obligaría a los bancos a lucirse con sus depositantes para conseguir los pesos necesarios para fondear préstamos. El centro donde se encontraría el punto crítico sería junio de 2019, según el BCRA.
El ejercicio, sobre el que Sturzenegger se detuvo en su último discurso ante la Asociación de Marketing Bancario (AMBA) consiste en determinar el momento en el que los bancos tendrían que recurrir de manera más agresiva a la captación de depósitos para fondear la expansión de los préstamos y el efecto que esto podría tener sobre la tasa de interés de los depósitos a plazo fijo. A grandes rasgos, ofrecer tasas realmente altas a los ahorristas.
En los últimos 30 días, el crédito al sector privado en pesos creció 4,8%, mientras que los depósitos del sector privado en la misma moneda avanzan 1,2%. Las diferentes velocidades no son nuevas. De un año a esta parte los préstamos en pesos crecen 38,6%, mientras que los depósitos del sector privado avanzan 27,1%.
Sin embargo, a pesar de que los bancos recogen fondos a una velocidad menor de lo que los colocan en préstamos, la tasa de interés que recibe los depositantes tuvo variaciones como mínimo magras. Mientras tanto, el plazo fijo a 30 días pasó de promediar 23,4% a principios de septiembre pasado a rendir 20% a principios de este mes, con la tasa de la Lebac más corta retrocediendo de 27,8% al 26,5% actual. En el año, mientras la Lebac corta pasó de 24,75% a 26,5%, el plazo fijo subió de 19,4% a fines del año pasado al 20% actual.
Al colchón de liquidez de los bancos lo ayudaron una política monetaria más laxa a principios de este año el BCRA se ha auto flagelado en público por esto varias veces y- y la reducción de los encajes bancarios decidida en marzo último.
«Hicieron política monetaria expansiva que no deberían haber hecho y después se tuvieron que echar atrás, el ejercicio supone que logran un desarme de Lebac que sería repetir ese intento de principios de año de reducir letras para ir a pases y no funcionó», dijo Gabriel Zelpo. «Tampoco tomaría a las Lebac como liquidez, son una inversión clave de los bancos y van a durar mucho, no va a ser tan fácil desarmarlas sin causar inflación», agregó.
Con todo, la tasa de interés en pesos que pagan los bancos por depósitos ya ha dado alguna señal de vida. El plazo fijo a 30 días pasó del 19,2% de junio al 20% en los primeros 18 días de septiembre. La tasa Badlar por depósitos de más de $ 1 millón del 19,8% al 21,2%, en el mismo período. «Yo creo que los puntos de quiebre van a ser algo más rápidos, sobre todo para los plazos fijos. Ya estamos viendo una suba hormiga de la tasa de plazo fijo, eso indica que algo hay», dijo el economista Hernán Hirsch.