• La Badlar, que mide el Central, superó ayer el 18%; en las mesas es del 19%
A los bancos se les escurre ahora el dinero que en otros tiempos recibían "gratuitamente" de parte de los ahorristas a través de cuentas a la vista (las que no pagan ningún tipo de retorno, como las cajas de ahorro y cuentas corrientes) y se ven obligados a hacer mayores esfuerzos para convencerlos de que los coloquen, al menos, a plazo fijo.
Esto explicó que ayer, la tasa de los depósitos más grandes (la Badlar, que surge de una encuesta del Central) se disparara por encima del 18% anual por primera vez en 21 meses. El ascenso, que no se detiene desde el 14% de marzo pasado, resume en parte los mayores problemas que están teniendo las entidades para retener los pesos al menos 30 días en sus sucursales. En las mesas de dinero de los grandes bancos, donde suelen considerar poco representativa la encuesta de la Badlar, llegaban a pagar ayer entre el 19% y un 19,25% anual.
En el sector advierten que los depósitos a la vista dejaron de crecer con el ritmo que necesitan para sostener el crédito. En gran parte, porque la inflación y las expectativas de devaluación apuran a los ahorristas a buscar alternativas que no afecten tanto el poder de compra de sus billetes. Pero también, porque la cantidad de dinero en la economía (la base monetaria) ya no puede expandirse ahora como lo hacía meses atrás. El Central ya no compra los dólares de otras épocas porque nadie estaría dispuesto a desprenderse de ellos al precio que intenta imponer el Gobierno; los pases activos (el dinero que los bancos depositan en el Centra) se reduce notablemente porque el retorno no alcanza siquiera a compensar la mitad de la inflación, y la emisión de deuda del organismo ya no logra captar los mismos pesos que antes si no es a cambio de tasas cada vez más altas.
Los bancos parecen hoy más dispuestos que nunca a pagar por el dinero que captan en cuentas a la vista. Ya lo hacen, desde siempre, de manera encubierta cuando ofrecen mayor tasa de interés por un plazo fijo a los fondos comunes de inversión que les garantizan, a cambio, dejar dinero en una cuenta corriente. Mediante este mecanismo ayer llegaban a ofrecer a algunos fondos hasta un 28% anual por un depósito a 30 días cuando, a principio de año, ese retorno era del 20%.
La fuga del dinero transaccional (el de las cuentas a la vista), el encarecimiento de los plazos fijos y el esfuerzo por compensar las pérdidas que sufren con la mayor regulación del Central presionan a los bancos a subir también las tasas de interés que cobran por prestar al sector privado. Esto fue lo que explicó en los últimos días, que las principales entidades del sistema decidieran salir a ajustar entre 100 y 200 puntos básicos el costo financiero de las líneas de personales, prendarios y adelantos en cuenta corriente.
Los banqueros entienden que en los próximos meses deberán acostumbrarse a resignar márgenes de ganancia y sobrevivir en el negocio con menor liquidez. Para muchos de ellos, incluso, hacia adelante se sentirá una especie de "mutación" en sus depósitos, que explicará la preocupación de los ahorristas ante la inflación y la devaluación: menos ahorros que no pagan tasa y más de aquellos que lo hacen.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=703506