El contexto global juega a favor del riesgo. Pero el clima electoral previo a las PASO actúa como contrapeso.
¿Podrá este mes igualar el muy buen resultado que dejó junio para los activos argentinos? Las ganancias fueron desde 8,8% a los que optaron por los títulos públicos, pasando por un 10% en dólares para los que optaron por un plazo fijo en pesos, hasta rendimientos impensados que llegaron a 46% en dólares para los que invirtieron en ADR de acciones argentinas.
Es la pregunta que se formulan no pocos en el mercado. El contexto internacional cambió y ahora parece jugar claramente a favor. Y, si no fuera porque el país ingresa a las cinco semanas previas a las elecciones primarias, con pronóstico incierto respecto del resultado, la respuesta bien podría ser un sí.
Pero la creciente polarización y la mayor o menor diferencia que muestran las encuestas entre los dos grandes candidatos, que entre ambos contentan casi 80% de la intención de voto relativizan la afirmación y hacen difícil formular un pronóstico definitivo.
Desde lo internacional, la tregua alcanzada este fin de semana en la cumbre del G-20, en el diferendo comercial que mantienen EE.UU. y China, sirve a modo de distensión. Ayuda también la perspectiva de una baja de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal. Todos factores que favorecen el apetito por el riesgo y, en consecuencia, la incorporación de activos de mercados emergentes a las carteras de inversión.
Algo se insinuó en junio. La tasa de los bonos del Tesoro norteamericano a 10 años bajó a 2% anual y los índices de Wall Street dejaron ganancias, como por ejemplo el 6,9% del Standard & Poors. Pero sin duda los grandes ganadores fueron las acciones de emergentes. Y en particular, las de Argentina, cuya moneda, además, fue la de mejor desempeño a nivel mundial, con una recuperación de 5,5% en su paridad frente al dólar.
La Bolsa porteña subió 23,1% en el mes. Más de 4 veces lo que ganó el Bovespa de la Bolsa de San Pablo. Si se combina la suba de las acciones y la caída del billete norteamericano, se tiene que el S&P Merval recuperó casi 30% en dólares el mes pasado. Cerró en el récord histórico de 41.796,36 puntos, y medido en moneda dura, quedó en u$s 988, a las puertas de la psicológica marca de los mil dólares.
Algo similar ocurrió con los ETF que siguen la evolución de los papeles que cotizan en Nueva York. El EEM de mercados emergentes avanzó 5,4%; el EWZ que copia al equity de Brasil terminó 4,5% arriba, mientras que el ARGT de las acciones argentinas terminó con una ganancia de 14,4%.
Influyó, sin duda, el regreso de la Argentina al grupo de Emergentes del MSCI desde fines de mayo. Los ADR que fueron promovidos a la nueva categoría fueron las vedettes de junio. Subieron al podio Banco Macro, que ganó 46,1%; seguido de Grupo Financiero Galicia (38,6%) y Pampa Energía (37,1%). El resto terminó con subas de entre 9% y 26%.
Los bonos argentinos ganaron 8,8% en promedio, según la cartera del índice MAE. Y se dio una importante compresión en los rendimientos de los títulos del tramo corto y medio de la curva. El Bonar 20 (AO20) quedó en 14,5%, mientras que el Bonar 24 (AY24) cerró en 15.5%. Hace un mes estaban cerca de 20%. El riesgo país, en consecuencia, también cedió para quedar en 829 puntos, ya lejos de los niveles de 900 o 1.000 que se vieron en los últimos meses. ¿Podrá perforar los 800? Es una de las señales que esperan ver aquellos que apuestan a un escenario positivo para las próximas semanas.
Las condiciones técnicas parecen dadas. El índice de Fear & Greed de CNN Money, que mide entre 0 y 100 la fluctuación del ánimo inversor entre el miedo y la codicia, quedó en 50 puntos, al borde de ingresar a la zona verde, que revela mayor predisposición a asumir riesgos. Hace un mes estaba en 23 unidades, valor que mostraba al temor prevaleciendo en la emoción de los inversores.
Eso desde el exterior. Respecto de la parte local, se descuenta que las tasas de interés, que bajaron 800 puntos básicos a 63% para las Leliq el mes pasado, seguirán en niveles elevados y positivos en términos reales. Los plazos fijos rinden hasta 55% en las versiones online. Y, con esos niveles de tasa, los profesionales del dinero se inclinan por los activos que acompañan a la tasa de política monetaria, como por ejemplo el Botapo (TJ20), Bono del Tesoro a tasa de política monetaria.
El mercado también sabe que el oficialismo necesita un dólar manso en las próximas semanas para llegar con mejores chances a las elecciones. En principio, a las PASO, aunque el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne haya asegurado a los grandes fondos en su paso por Nueva York, que tiene herramientas para asegurar la calma cambiaria hasta fin de año.
Esas herramientas incluyen una posición neta comprada en futuros, que los expertos estiman en u$s4.700 millones, concentrada en los plazos de agosto y septiembre. Posición que irá revirtiendo en la medida que disminuya la oferta de divisas o aumente la tendencia a la dolarización de portafolios. La exportación habría liquidado unos u$s2.400 millones el mes pasado, según estiman corredores de cambio. Esta semana la cámara que nuclea a los exportadores de cereales y oleaginosas (CIARA-CEC) dará a conocer las cifras oficiales. Pero seguramente estarán por debajo de los u$s3.800 millones del mismo mes de 2018, año en que la sequía disminuyó la producción de granos. En 2019, con cosecha récord, hasta ahora no se vio una mejora en las ventas, que históricamente suelen mermar en el tercer trimestre, y más en un año de elecciones, ya que los productores en general prefieren ahorrar en granos.
Otro instrumento es la luz verde que dio el FMI para vender reservas de libre disponibilidad, sin límite y sin necesidad de aviso previo. Hasta el momento, la sola autorización sirvió de disuasivo para la toma de posiciones en dólares. Habrá que ver si al acercarse las PASO se revierte la tendencia y el Banco Central tuviera que intervenir en el mercado, más allá de los u$s60 millones diarios que licita por cuenta del Tesoro o de los u$s150 millones adicionales que podría ofrecer si la cotización alcanzara el techo de la ahora llamada “zona de referencia”. En julio del año pasado, en medio de la corrida cambiaria, la Formación de Activos Externos del sector privado no financiero fue de u$s3.351 millones. Y la liquidación de exportadores, de u$s2.701 millones.
Los expertos, de todas maneras, coinciden en que la volatilidad no estará ausente del escenario en las próximas semanas. Lo que sugiere que los inversores, desde los más conservadores hasta los más osados, deberían revisar la composición de sus carteras cada 7 días.
Fuente: https://www.ambito.com/podra-julio-igualar-los-buenos-rendimientos-del-mes-pasado-n5040127