La divisa mayorista retrocedió más de 20 centavos en las dos primeras jornadas de febrero y perforó los $ 16. El minorista, cerró ayer a $15,90 en Banco Nación. Analistas cambiarios explican que hubo grandes ingresos de dólares por las colocaciones de deuda pública y privada.
El dólar volvió a caer con fuerza ayer en el segmento mayorista y cerró a $ 15,58/15,68 por unidad, lo que significó una disminución de 12 centavos con respecto al registro del miércoles (-0,75%). En los dos primeros días de febrero, la divisa estadounidense perdió 22 centavos. En las pizarras minoristas se replicó la tendencia y el dólar se vendió en Banco Nación a $15,90, lo que significó una baja de 20 centavos con respecto al último día de enero.
«En otra rueda con importante dominio de la oferta, la divisa norteamericana experimentó la mayor caída para un solo día desde comienzos de año y quebró la barrera de los $ 15,80 con cierta facilidad. Los ingresos desde el exterior siguieron ejerciendo presión sobre la cotización y provocaron la tercera caída consecutiva del tipo de cambio de una magnitud no prevista por los analistas», dijo Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio, en un informe para sus clientes. «La magnitud de la oferta no encuentra por el momento una fuerza equivalente del lado de la demanda y en consecuencia provoca un retroceso del tipo de cambio que impensadamente ha vuelto a los niveles vistos en la última semana de diciembre, una circunstancia no prevista por las proyecciones sobre el precio del dólar en el primer bimestre del año», agregó Quintana.
Al momento de explicar las razones de la amplia oferta de dólares, los analistas coinciden en que están ingresando gran cantidad de divisas por las colocaciones de deuda públicas y privadas del último tiempo. Un reporte firmado por Fernando Izzo, de ABC mercado de cambios, señaló: «Esto se debe a que los préstamos que están tomando empresas privadas y estatales, y otros entes oficiales, como así también bancos, aumentaron el volumen de liquidaciones de dólares contra pesos, para otro tipos de inversiones y/o cancelaciones de préstamos». Además, la correduría señaló que los bancos hicieron swaps cambiarios por u$s 93 millones, con una tasa interbancaria que permaneció en 24%.
El total operado en el mercado de cambios ayer ascendió a u$s 467.293.000 millones en el segmento de contado. El precio máximo de la jornada se anotó en $ 15,80 por unidad, mientras que el mínimo fue de $ 15,67, en los momentos de mayor afluencia de los ingresos desde el exterior. En el segmento marginal, la divisa se mantuvo en la zona de $16,50, mientras que el contado con liquidación se ubicó en $15,90 pesos.
En lo que va del año, todas las monedas emergentes se apreciaron con respecto al dólar. Las mayores subas se vieron en el real brasileño (4,60%), el sol peruano (4,49%) y el peso chileno (4,21%). También se apreció un 3,65% el peso colombiano y el sufrido peso mexicano, que escaló un 3,07%.
Por su parte, el tipo de cambio argentino solo se apreció un 1,65% durante 2017, aunque casi la mitad de esa ganancia se generó en los últimos dos días. «Eso sucede porque Brasil está más inmerso en lo que pasa en el mundo, a diferencia de Argentina, y, además, su mercado cambiario es enorme en comparación con el local, ya que mueve u$s 18.000 millones por día. Ahora bien, el real se deprecia o aprecia 1% en un día y nadie se asusta. Lo mismo sucede con el euro. En Argentina, apenas se mueve un poquito el tipo de cambio, todos se asustan», explicó José Nogueira, socio de ABC mercado de cambios.
Cuando el peso se encarece, el atraso cambiario afecta al comercio exterior. Nogueira afirmó que el valor del peso contra el dólar obedece a la ley de oferta y demanda, al tiempo que comentó: «El atraso del peso, a la larga, lo soluciona el mercado. Si el peso está muy caro, los exportadores no van a poder exportar. En cuanto baje el precio, volverán a hacerlo. Cuando el tipo de cambio empieza a impactar en el comercio exterior, el mercado regula el precio».