Inversores cambian los vencimientos cortos por el plazo a un año para asegurarse la tasa, que es preferible a la de bonos atados a la devaluación, al Cer y a la Badlar
Invertir a un año en pesos en Argentina puede resultar riesgoso mientras corre la inflación y se atrasa el tipo de cambio. Pero en las condiciones actuales donde el Banco Central (BCRA) plantea una depreciación pausada e intenta bajar las tasa de interés de las letras con las que retira pesos del mercado, los inversores tratan de captar el rendimiento de las Lebac a un año, según coincidieron los fondos consultados.
Ya desde el año pasado los inversores institucionales -bancos, fondos comunes de inversión (FCI) en renta fija y mixtos, aseguradoras- incrementaron la proporción de sus carteras en letras del BCRA, tras la devaluación y suba de tasas de interés. Pero preferían los plazos cortos, en torno a los 90 días.
Desde hace un mes los inversores vienen cambiando los vencimientos cortos por los plazos más largos. La tendencia es invertir a un año: ayer el 25% de la licitación, $ 5.825,9 millones, fue adjudicado a 357 días. El 30 de diciembre esa proporción llegó al 41% de lo colocado.
"En general se ve un desplazamiento de los papeles más cortos a los más largos. En un escenario de baja de tasas, y más importante en los papeles más largos, conviene irte a la parte larga", explicaron en un FCI. "Si los rendimientos bajan un poco, tenés una buena alternativa", agregaron.
La semana pasada el BCRA bajó las tasas a 357 días de 29,29% a 29,14%. A los inversores les conviene adelantarse a la baja de tasas que implementa el Central. Y la fuerte demanda también permite a la entidad monetaria pagar menos por esas letras.
Hoy las tasas de las Lebac están desarbitradas con el resto de los rendimientos de los activos financieros, ya que el 29,14% que paga el Central es mayor a la expectativa de devaluación (hoy, un 1% mensual) y de la inflación que informará el Indec. En tanto, la tendencia de la Badlar, la tasa que pagan los plazos fijos, es bajista.
Con estos rendimientos, los inversores prefieren las Lebac sobre los dollar-linked, que pagan la devaluación oficial, y los bonos atados al Cer. Y para los bancos también son convenientes, porque su tasa de captación de dinero es la Badlar, en un 20%, por bastante por debajo del 29% (aunque la primera es a 30 días y la segunda a un año). Y la expectativa es que baje aún más a medida que ceda la de las Lebac.
"La Lebac es el activo por excelencia tanto por rendimiento como por crédito. Quienes tienen este activo están hasta el límite posible porque es lo que más rinde, contra un bono corporativo o fideicomiso financiero", dijeron en otro fondo. Ya que las sobretasas que pagan las empresas sobre la Badlar (hasta 4,5 puntos a dos años) en sus obligaciones negociables queda por debajo del rendimiento de las Lebac.
"Si se prevé baja en las tasas, es esperable que varios inversores mantengan las tasas fijas alargando la duration. Cuanto mayor es la duration, mayor el efecto de baja de tasa en el precio", agregaron, ya que sube la valuación de las carteras.
Además de la inflación que erosiona la tasa, cuatro meses antes de los vencimientos anuales hay un cambio de gobierno, que puede subir las tasas de interés o devaluar. Pero el mercado secundario es líquido para estos instrumentos. Vender los plazos largos sería fácil, explicaron.