Con un IPC que en el último año se acercó al 300%, las cotizaciones libres se desplomaron en términos reales a su paridad más baja desde las PASO de 2019
La economía argentina atraviesa en los últimos meses un proceso de alta inflación -la más elevada desde 1991- y caída de actividad. Esa conjunción tuvo, desde el plano estrictamente financiero, una víctima central: el precio del dólar libre.
Con la vigencia de un estricto control de cambios desde finales de 2019, Argentina atravesó la crisis por la pandemia de coronavirus, una profundización del deterioro macroeconómico -con el vaciamiento de divisas del Banco Central y una emisión monetaria sin precedentes desde la hiperinflación- más las recientes tensiones políticas por el calendario electoral.
Ese marco fue propicio para los dólares alternativos, cuando es sabido que el billete verde es tradicional refugio de valor para los ahorristas argentinos. Éstos llegaron a precios máximos en términos reales en octubre de 2020 (Covid-19) y octubre de 2023 (elecciones presidenciales).
Sin embargo, con el salto del dólar oficial de diciembre (+118%) y el shock inflacionario (tasas mensuales de dos dígitos desde noviembre), el dólar libre -que vale hoy lo mismo que en noviembre- regresó en términos reales a su precio más bajo en casi cinco años, con una brecha cambiaria en mínimos desde octubre de 2019.
Salvador Vitelli, jefe de Research de Romano Group, especificó que la paridad del “contado con liquidación” actual está “llegando a niveles de pre-PASO 2019″, pues “a moneda de hoy”, es decir contemplando la evolución del Índice de tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM) que mide el BCRA y la inflación norteamericana, el “liqui”, ahora en los $1.047, se acerca al nivel del 9 de agosto de 2019. Entonces, cuando todavía no había “cepo” (se instauró el 1 de septiembre de aquel año) el dólar oficial alcanzaba los 45 pesos, equivalentes a $1.010 del presente.
También es para destacar la reducción de la brecha cambiaria, ahora en la zona del 15%, la más reducida desde el 16 de octubre de 2020, cuando llegó a 10,5% (entonces con un dólar oficial a $58,35 y un “blue” a $67,50). Con dólares estabilizados en convergencia y mínima brecha, hay analistas que encuentran propicio el momento para una eventual unificación cambiaria.
El impacto inflacionario del último semestre no golpeó solo al poder adquisitivo de los dólares libres. También el tipo de cambio oficial se resintió a pesar de la devaluación de diciembre y el ITCRM volvió en abril a quedar debajo de los 100 puntos de equilibrio teórico. El pasado viernes 12 alcanzaba los 96 puntos, nivel similar al de septiembre de 2023.
Aquí influye además la devaluación aplicada por los principales socios comerciales de la Argentina. Casi sin inflación, el dólar en Brasil anota en 2024 una suba de 6,8% (de 4,85 a 5,18 reales) y en China avanza 2,3% (de 7,08 a 7,24 yuanes). En el mismo lapso, el tipo de cambio oficial en la Argentina subió 60,05 pesos o un 7,4%, contra una inflación superior al 50%, mientras que el dólar “blue” perdió 20 pesos o 1,9%, a $1.005 para la venta.
Lo que viene: recesión, inflación y tasa de cambio
“Con la entrada de la cosecha gruesa, esperamos ver un incremento en el ritmo de compras del BCRA, el cual se desaceleró de un pico reciente de USD 311 millones (media móvil de cinco días) a USD 192 millones el viernes. De acuerdo con nuestros cálculos, la cosecha de soja y maíz está valuada en USD 30.000 millones a los precios internacionales actuales. Si el esquema 80/20% se mantiene en pie, a grandes rasgos alrededor de USD 6.000 millones se canalizarían vía el mercado financiero, lo que profundizaría la baja del contado con liquidación en caso de que el cepo se mantenga sin cambios significativos”, pronosticaron los expertos de Portfolio Personal Inversiones.
“Podríamos empezar a ver algún cambio de ritmo en la marcha de la cotización financiera ante sorpresa en el ritmo de desinflación -el mercado es muy optimista- y alteraciones en los flujos. Por el lado de la demanda, la brecha con el tipo de cambio importador (con impuesto PAIS de 17,5%) es de solo 4%, y en cualquier momento los importadores podrían tener incentivos para ir vía contado con liquidación y no MULC”, refirió un informe de GMA Capital.
“Para el año en curso se prevé fuerte caída en la actividad, del orden del 5%, y de la tasa de inflación, que se ubicaría en torno al 160% anual. La acumulación de reservas del BCRA ha motivado algunas propuestas de acelerar el levantamiento del cepo cambiario”, señaló un informe de FIEL (Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericana). “Sin embargo, es prudente demorar esta decisión hasta tanto se resuelvan los problemas de stocks acumulados de demanda de divisas”, agregó.
Los analistas de Puente precisaron que “en Argentina, las expectativas de inflación para 2024 se redujeron hasta el +203,8% anual, mientras que la medición de marzo anotó un +11% mensual, inferior al +12,4% esperado, y un +287,9% interanual”.
“Las tasas neutras o levemente positivas probablemente surjan como consecuencia de la flexibilización de las restricciones cambiarias. Mientras tanto, continuará la ‘licuación’ de depósitos, pero a una menor velocidad que en el verano”, estimó Delphos Investment.
El economistas Camilo Tiscornia dijo a FM Milenium que “el tema más crítico es la recuperación de la actividad económica. Sería la parte complementaria para que la baja de la inflación no sea solamente porque estamos en recesión, sino porque realmente ha habido un cambio en la política económica. No creo que el Gobierno esté apurado en liberar el cepo.”