Durante 2009, en plena crisis mundial, 31% de las pymes industriales vendían al mundo. El año pasado, la cantidad cayó al 21%. Empresarios reclaman impulso exportador
Las recurrentes quejas de los empresarios por la pérdida de competitividad se traducen en números concretos que generan una creciente preocupación: en los últimos tres años, la cantidad de pymes industriales exportadoras cayó un 32% debido a la apreciación cambiaria, el exhaustivo control de las importaciones y las demoras en el pago de reintegros y saldos técnicos de IVA.
Un informe de la Fundación Observatorio Pyme dado a conocer ayer reveló que entre 2009 y 2012 el tipo de cambio real disminuyó un 26% y el porcentaje de pymes exportadoras cayó del 31% al 21%, es decir, un 32%. En igual medida se derrumbó el porcentaje de pequeñas empresas que exportan al menos el 5% de sus ventas, lo que demuestra que “la apreciación cambiaria afectó también al núcleo más duro de las exportaciones industriales de las pyme”, indicó el documento.
También condicionó la capacidad exportadora la imposibilidad de acceder a los insumos y bienes de capital importados producto de las trabas generadas por las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI). El año pasado, del 21% de las empresas que logró colocar sus productos en el exterior, el 62% demandó insumos y/o máquinas importados. Si bien en el segmento de pymes industriales los bienes importados no tienen tanta relevancia –en promedio, del total del gasto en insumos y bienes intermedios, el 20% son importados, mientras el 80% restante son de origen nacional–, la dependencia de bienes importados es mayor para las que son pymes exportadoras.
Según el informe, durante 2012 el 43% de las pymes exportadoras y el 41% de las no exportadoras reportaron que el sistema de control de las importaciones les produjo “dificultades para importar y no obtuvieron ningún beneficio por ello”. “Sería deseable –agregó el documento del Observatorio Pyme– prestar la máxima atención para que la gestión de las DJAI no afectara negativamente las exportaciones de las pyme industriales, que contribuyen a producir divisas para el país”.
La principal queja apunta a que las empresas están viendo afectadas sus exportaciones por restricción de insumos cuando el 80% de esos bienes intermedios que utilizan son nacionales, mientras que hay grandes compañías que compran del exterior la mayor parte de sus insumos y son, básicamente, ensambladoras de partes y piezas.
El Gobierno no tiene intenciones, por el momento, de corregir ninguno de estos dos aspectos. Si bien existe una tendencia a depreciar el peso, es lenta y no acompaña a la inflación.
Mientras que respecto de las DJAI, las restricciones continuarán porque el objetivo del Gobierno es cumplir con la meta de superávit comercial. En lo que sí parecería habrá una flexibilización es en el pago de los reintegros y los saldos técnicos de IVA. Es un reclamo de las mesas de competitividad y habría buena predisposición por parte de las autoridades, precisaron fuentes del sector. Incluso, no se descarta que anuncien un aumento de los reintegros para las economías regionales.
Por sector
La apertura exportadora de las empresas varían significativamente de acuerdo al sector. El rubro alimentos y bebidas, por ejemplo, muestra una altísima capacidad de salida al exterior, pero pocas empresas exportan; textiles, confecciones, calzado, muebles, papel, edición e impresión muestran una baja apertura y muy pocas firmas logran exportar. Los sectores más virtuosos son los de las sustancias y productos químicos y maquinaria y equipos, pero también tienen un largo camino por transitar.
En síntesis, la Fundación Observatorio Pyme consideró “imprescindible” el fomento de sectores que promuevan el desarrollo del mercado interno, principal factor de la recuperación económicas de los últimos tiempos, pero “para sostener este crecimiento, es necesario que las exportaciones crezcan a un mayor ritmo” para evitar los cuellos de botella. “No hay crecimiento de largo plazo sin aumento sensible de las exportaciones”, agregó.