La crisis de las reservas es tan aguda que el Central no aprobó el giro de u$s 100 millones para liquidar la operación. La suma es la mitad del volumen de cambios al día
«El sector petroquímico tiene enorme potencial en la Argentina y forma parte de la estrategia de crecimiento de YPF en un sector de gran competencia regional. Esta adquisición está en línea con nuestra estrategia de seguir construyendo una compañía integrada, comprometida con la industrialización y el valor agregado de nuestra producción». Ésas fueron las palabras de Miguel Galuccio, presidente y CEO de YPF, cuando en agosto, con inocultable satisfacción, anunció a la Comisión Nacional de Valores (CNV) la compra de una parte de las empresas Petroken y Petroquímica Cuyo, dedicadas a la producción y comercialización de diferentes polímeros. En conjunto, la operación había sido valuada en u$s 122 millones. Pero el negocio quedó trunco.
La razón: la falta de dólares que azota las cuentas públicas y amenaza las delgadas arcas del Banco Central (BCRA). Y es que el organismo que todavía conduce Alejandro Vanoli no aprobó el giro de dólares (aun siendo una suma moderada) para que la petrolera pudiera concretar el pago de la compra en el exterior.
Ayer YPF elevó un comunicado a las autoridades regulatorias informando que «por motivos ajenos las partes, no se produjo el cierre de las operaciones». Según explicaron a El Cronista fuentes allegadas al convenio, la ejecución del contrato tenía fecha de vencimiento el martes. Para financiar parte del pago la estatizada empresa tomó un crédito del Banco HSBC, en los últimos meses blanco de enfrentamientos con el Gobierno de Cristina Kirchner. Pero para realizar las adquisiciones YPF debía girar al menos u$s 100 millones al exterior. En el caso de Petroquímica Cuyo, YPF le había comprado el 46% a Grupo Inversor Petroquímico (GIP), de los Sielecki (familiares del canciller Héctor Timerman) que se quedaría con un porcentaje idéntico.
La operación se realizaría en una cuenta extranjera. Por el lado de Petroken, tanto YPF como GIP compraron una participación del 50% a la europea LyondellBasell Industries Holdings. En los dos casos ambas compañías compartirían el control de las empresas.
Hasta última hora del martes, el equipo de YPF estuvo negociando con LyondellBasell para que extendiera los plazos del contrato, de quien recibió una contundente negativa. Las partes habían pactado la compra «sujeta al cumplimiento de condiciones precedentes». Todos los pasos estaban aprobados y sólo faltaba la venia del Central. Incluso habían pasado el filtro de la Comisión de Defensa de la Competencia de Brasil (el mercado más importante para Petroken y Petrocuyo). Ahora, LyondellBasell queda en libertad de acción para vender la empresa a otro oferente o volver a convocar a YPF, pero seguramente bajo otras condiciones, que podrían encarecer el precio de venta.
Consultados por este diario, desde el BCRA se limitaron a manifestar que «la operación de YPF está en trámite y que la empresa puede pedir prórroga». Sin embargo, la falta de aprobación para que la operación se haga efectiva en los plazos originalmente planteados pone de relieve que la crisis de las reservas es más delicada de lo pensado o expuesto. El giro de u$s 100 millones es una transacción marginal, teniendo en cuenta los volúmenes que mueve el mercado cambiario. Hoy es de u$s 264 millones promedio al día. «Es una situación compli cada por dónde se la mire: están cerrando el mercado de futuros, no se puede comprar dólar ahorro. Quizás Vanoli no quiso aprobar a 7 días de irse que le saquen las pocas divisas que quedan», evaluó una fuente que prefirió anonimato.