“El pánico se apodera de los más débiles”, fue la explicación de un operador al cierre del mercado de cambios. El libre terminó en $16,27; y el marginal terminó en $16,20 por unidad
La crisis política que afecta a Brasil asustó a los ahorristas, y por eso el dólar en bancos y casas de cambio se pagó a un promedio de $16,27, 37 centavos por encima del cierre previo. En tanto, en el «blue» la divisa subió 15 centavos a $16,20 y, por supuesto, con una absoluta ausencia de «puré», como se denomina a la venta de dólares oficiales en la plaza paralela para aprovechar la diferencia cambiaria.
Fue un jueves negro para los mercados brasileños, que contagiaron a la Argentina y toda Latinoamérica. La Bolsa de San Pablo, en un momento de la rueda, debió suspender las operaciones ante del derrumbe de precios. Cuando reabrió, la caída era de casi 11%, y se recortó a 8,3% al cierre.
El dólar contra el real llegó a estar más de 10% arriba y en el peor momento cotizó a 3,38 reales. Al cierre, cuando las manos temblaban menos, cerró en 3,27 reales, lo que implica una suba del billete norteamericano de 6,2%.
En Buenos Aires, el real cayó 22 centavos de $5 a $4,78. Si no fuera por el mal momento, una frase podría resumir el escenario: «Ahora Brasil es más barato para el turismo argentino, pero también es un competidor más peligroso para las industrias locales porque les mejoró el tipo de cambio».
El dólar mayorista también tuvo su Waterloo. Abrió a $15,85 y no paró de subir. En el momento más tenso, toco $16,06, pero cedió sobre el cierre y terminó a $15,91, 29 centavos sobre el cierre previo.
En el mercado de futuros las coberturas estuvieron a la orden del día. Todos los plazos tuvieron elevados negocios y cerraron con considerables alzas. Fin de mes operó a $16,1593, avanzó 2,73%; y fin de año terminó a $17,9979, un 2,8% de suba.
Caída de las reservas del Banco Central
Las reservas recibieron el impacto porque el retiro de dólares de los bancos para venderle al público hizo que los efectivos mínimos que mantienen en el Central disminuyeran.
De esta manera, la posición de divisas del Banco Central bajó USD 229 millones, a USD 48.399 millones. Por la caída del dólar y del oro, se perdieron USD 34 millones y a organismos internacionales y a Brasil, se le pagaron USD 4 millones. Por supuesto, en esta oportunidad, el Central no intervino en el mercado y después de diez días consecutivos de compras de USD 100 millones diarias, estuvo ausente.
La crisis brasileña pudo más que las compras diarias de USD 100 millones del Banco Central. Pero los daños colaterales no terminaron allí. En el mercado de futuros se desplomaron el precio del azúcar y del café.
La Bolsa de Chile y la de México perdieron casi 2%. La región quedó conmovida tras dos días de malas noticias. El día anterior, por los problemas políticos de Donald Trump en Estados Unidos, se desplomó Wall Street. Y al día siguiente la crisis de Brasil arrasó con las bolsas latinoamericanas.
La Bolsa local fue la más afectada de la región. El índice Merval, que sobre el final recortó las pérdidas, terminó 2,95% abajo, con un monto de negocios que estuvo entre los más altos del año: 695 millones de pesos.
Sólo tres papeles lograron subir. Tenaris 3,92%, a favor de que está radicada en Texas; Autopistas del Sol 0,51% y Transener 0,38%. Por el contrario, Petrobras, el papel de más ponderación en el índice Merval, se derrumbó 13,15%; en cambio, YPF perdió apenas 0,25 por ciento.
En Wall Street, los ADR (certificados de tenencias de acciones) de los bancos argentinos tuvieron caídas superiores a 4%.
En la plaza de bonos de la deuda, los negocios alcanzaron a $5.073 millones. El Bonar 2024 con legislación argentina, que es el título de referencia, aumentó 1,22 por ciento.
Para el cierre de la semana se espera un día más calmo porque los inversores se tornarán más cautelosos. No faltarán los cazadores de oportunidad porque hay precios de papeles que están a valores de oportunidad. También puede subir la apuesta por los bonos en dólares para cubrirse. Los negocios en pesos quedaron afectados. De hecho, las Lebac negociaron $26.000 millones, la mitad de lo que negociaron una semana antes.