Los especialistas advierten que el stock bovino podría achicarse.
Luego de tres años de fuerte retroceso, las exportaciones de carne vacuna comenzaron a repuntar, aunque todavía se ubican en niveles históricos mínimos. Lo remarcó un informe de la Cámara de la Industria de la Carne (CICCRA), que atribuyó este despegue a la lenta pero paulatina devaluación del peso, situación que devuelve algo de competitividad internacional a la industria frigorífica.
Detrás de esa recuperación exportadora, que se combina con los sostenidos niveles de consumo interno de carne, podría esconderse sin embargo una mala noticia: el repunte de estos indicadores ganaderos se produce en momentos en los que el sector está “a las puertas de una fase de liquidación de existencias”, según la entidad. ¿Qué quiere decir? Que el stock de bovinos bien puede comenzar a achicarse, ya que actualmente de cada 100 animales que van al matadero hay 43 que son hembras.
Para los especialistas, ese 43% de participación de las hembras (que trunca su rol de madres para nuevos terneros) es un “valor crítico”. Sugiere esto que la mayor producción de carne podría estar sustentada en un futuro achicamiento del stock. Esto ya sucedió con virulencia en 2009, cuando hubo récord de exportaciones y de consumo, pero a costa de una brutal caída del rodeo bovino.
Se perdieron en aquel baile cerca de 10 millones de cabezas.
Nada ahora es comparable con aquello, porque el negocio de la carne retrocedió tanto que ahora se comparan valores mínimos. De todos modos, la advertencia sobre un cambio del humor ganadero (de crecimiento a achicamiento del stock) es un dato vital si se quiere exportar más carne. Hay tres caminos posibles para hacerlo: o se produce más, o se achica el consumo doméstico, o se liquidan más vacas de lo aconsejable. “En agosto llegó a su fin la fase de recomposición de existencias puesta en marcha en la primavera de 2009”, repitió la entidad que preside Miguel Schiariti.
Según sus datos, entre enero y julio las exportaciones de carne totalizaron 76.172 toneladas y se ubicaron 9,9% por encima de las de igual período de 2012. Si se compara solo el cuatrimestre abril/julio, el salto fue de casi 27%. Están muy lejos de las 430 mil toneladas que se exportaban en 2009. Pero vuelven a crecer de modo sostenido.
“En un marco de relativa estabilidad del valor en pesos de la hacienda en pie, la política de depreciación gradual del peso argentino por parte del Banco Central hizo que su valor en dólares cayera casi continuamente desde 2011”, explicó el análisis de CICCRA.
Por otro lado, la demanda interna de carne también continúa siendo muy vigorosa. Los datos disponibles indican que los argentinos han comido en los últimos doce meses el equivalente a 62,2 kilos anuales per cápita, un 10% menos que en 2009, pero casi 9% más que en el año anterior. En este contexto, más de 93 de cada 100 kilos de carne producidos se quedan todavía dentro de la Argentina.
Todo implica mayor producción, y más presión sobre el stock. En el acumulado de los primeros ocho meses, en Argentina se faenaron 8,43 millones de cabezas, un 13% más que en igual periodo de 2012. De ese total, 42,5% correspondió a la categoría hembras. “La faena de hembras creció 18,1% anual, mientras que la de machos lo hizo 10,9% anual. De esta forma, se cumplieron 17 meses consecutivos en los cuales la expansión de la actividad estuvo explicada básicamente por el mayor crecimiento relativo de la faena de hembras ”, advirtió el análisis.