Los billetes en poder de público y en las cajas de los bancos crecieron 38,65% en noviembre y totalizaron 8% del PBI, el máximo en 40 años. Al sumar los depósitos en el BCRA, la base monetaria creció 45%. El financiamiento al Tesoro fue la principal explicación de la impresión de billetes
La variación de la base monetaria en la gestión de Alejandro Vanoli en el Banco Central (BCRA) fue récord histórico, de la mano de la monetización del déficit fiscal, y dejó un desafío a su sucesor, Federico Sturzenegger, quien comienza en un mes de fuerte impresión de pesos y acompañando anuncios que elevan el gasto público.
Según la consultora Ledesma, la emisión monetaria neta de los primeros once meses del año equivalió a 1,5% del PBI base 2004, lo que triplica lo registrado en 2014. Así, el circulante monetario (billetes en poder de público y en las cajas de los bancos) creció 38,65% en noviembre y totalizó 8% del PBI.
«Noviembre de 2015 fue el que más circulante tuvo en relación al PBI desde noviembre de 1974», dijo Gabriel Caamaño, economista de la consultora Ledesma. «No había tantos pesos en relación al PBI desde el ?Rodrigazo? (7,8%, en junio de 1975), es decir, todo un récord para los últimos 40 años».
El economista Federico Muñoz, titular de la consultora con su nombre, coincidió que, al 11 de diciembre, últimos datos disponibles, «la base monetaria mostró una variación inédita y récord de 45% interanual», al sumar los depósitos en el BCRA.
«Semejante expansión de la cantidad de dinero obedece, en primer lugar, a la continuidad de la monetización del déficit fiscal», dijo Muñoz, ya que a esa fecha, el BCRA había emitido $ 167.036 millones para financiar al fisco. «Tanto o más relevante fue el escaso esfuerzo del BCRA para esterilizar estos pesos volcados al mercado. En los últimos 4 meses, las colocaciones netas de Lebacs explicaron una expansión de la base monetaria de $ 65.000 millones».
Sturzenegger subió la tasa de las Lebacs a 35%, y les devolvió el rol de absorber la liquidez excedente y neutralizar el impacto inflacionario de la devaluación. A 23 días de diciembre (cuatro licitaciones), las Lebacs contrajeron unos $ 10.000 millones, según Ledesma.
Además, el cepo cambiario permitió al BCRA que sus ventas netas de divisas fueran la principal fuente de contracción monetaria, $ 69.689 millones, pero por detrás de las fuentes de emisión monetaria.
Tras la unificación cambiaria, la intervención del BCRA volvió a ser una fuente de emisión monetaria. «El acumulado mensual aún sigue arrojando ventas netas. Lo más probable es que esta fuente monetaria cierre aproximadamente neutro el balance de diciembre», dijo Caamaño.
El alerta es que «el rojo fiscal sigue siendo igual o mayor que el que existía en noviembre, sobre todo teniendo en cuenta las primeras medidas de la administración de Mauricio Macri. La principal fuente de emisión monetaria sigue igual o más grande», advirtió Caamaño.
Muñoz coincidió: «Sería deseable que se empiece a absorber un poco más y en lo fiscal, a dar señales de mayor austeridad. Y a buscar fuentes de financiamiento más genuinas del déficit fiscal».