Las ventas al país vecino bajaron un 25% entre enero y octubre mientras que las importaciones cayeron 11%. Impacta la recesión brasileña pero también la devaluación del real
El déficit comercial con Brasil sumó u$s 2051 millones en los primeros diez meses del año, casi cinco veces más que en el mismo período de 2014, debido a la caída de las exportaciones que en el mismo período descendieron un 25,3% mientras que las importaciones lo hicieron en un 10,8%.
Brasil viene registrando una recuperación de sus cuentas externas de la mano de la devaluación y la recesión que achica las importaciones. Así en octubre anotó un superávit comercial de u$s 1996 millones, su octavo resultado mensual positivo consecutivo. En lo que va del año acumula un saldo comercial de u$s 12.244 millones y va camino a revertir el déficit registrado en 2014.
En octubre las compras a Brasil se redujeron 8% mientras que las ventas lo hicieron en un 27,4%. «En este último caso la caída es menos profunda que la registrada el mes anterior (-42,6%), aunque el valor de u$s 848 millones sigue siendo muy bajo en términos históricos», apuntaron en la consultora Abeceb.
Así el saldo comercial de octubre alcanzó los u$s 226 millones, cuando en igual mes de 2014 el comercio era prácticamente equilibrado, registrando un saldo de apenas u$s 0,2 millones. En tanto, el comercio bilateral se contrajo en total un 17,7%.
En términos de productos fueron importantes las menores ventas de automóviles, autopartes, vehículos de carga, productos de perfumería y polímeros plásticos entre otros. «Con respecto a las importaciones, la caída se ha ido atenuando en los últimos tres meses en relación al comienzo del año. De hecho, dado que los últimos meses de 2014 habían registrado valores particularmente bajos (con caídas del orden del 30%), es de esperar que de cara al cierre del año se empiece a suavizar el ritmo con el cual se desaceleran las compras desde Brasil», remarcaron desde Abeceb.
De acuerdo a la consultora, en términos sectoriales, buena parte de la caída se le puede atribuir a las menores compras de minerales y combustibles, particularmente de mineral de hierro, debido a la menor demanda de la industria siderúrgica y a la caída del precio.
«Con respecto a la industria automotriz, la fuerte presión de demanda a raíz de las expectativas de devaluación y la alta rentabilidad de vender en Argentina vehículos producidos en Brasil (con costos licuados por la devaluación del real) generaron una recuperación de las importaciones en los últimos meses, aunque muy limitada por la restricción de divisas», explicaron.
En tanto, desde la consultora advirtieron que por el lado de las exportaciones, si bien una buena parte de la caída de los envíos responde a la recesión del país vecino no debe descartarse la influencia que tienen factores locales que hacen a la pérdida de competitividad local. De hecho, las importaciones brasileñas totales caen un 16% en lo que va del año mientras que las compras brasileñas a la Argentina caen más de 25%.
Frente a este panorama, en Abeceb esperan que el año finalice con una caída del 25,1% en las exportaciones y una baja de 8,3% en las importaciones. Así el déficit del comercio bilateral alcanzaría los u$s 2500 millones.