Salió a vender letras de deuda para elevar más el rendimiento de la Lebac más corta, que vence el próximo 17 de mayo. Los precios crecieron en abril cerca del 2%. Esperan que Sturzenegger endurezca aún más su política.
Los datos de inflación de abril, que empezaron a trazar las consultoras privadas por encima del 2%, cayeron en esta última semana como otra fría evidencia de que, por ahora, no hay señales de que los precios estén bajo control. Y apuraron al presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, a salir al mercado con todo el «instrumental» que tiene a mano para endurecer su política monetaria, retirar los excedentes de dinero y moderar las expectativas de inflación.
Ayer, el organismo volvió a subir la tasa de Lebac hasta un máximo del 25% anual, con fuertes ventas de letras en el mercado secundario. «Parece que está marcando el verdadero sendero de tasas de interés que quiere. Y de esta manera se muestra decidido a subirla en las próximas jornadas hasta el 25,50% anual a 7 días, el mismo nivel que tienen hoy los pases pasivos», comentaron en una mesa de dinero. Los pases pasivos son los instrumentos que usa el organismo para determinar su tasa de referencia de la economía, que actualmente es del 26,25% y está definida por el «centro del corredor»; es decir, la mediana entre el retorno de los pases activos (los que toman los bancos para hacerse de liquidez) y el de los pasivos (los que utilizan para guardar su liquidez).
La tasa de la Lebac quedó ayer en el 25%, sólo 50 puntos básicos por debajo de la que tienen los «pases pasivos». El plan parece ser, como otra veces, promover una migración de los inversores desde estos instrumentos, que son a muy corto plazo, hacia las Lebac, que tienen vencimientos sensiblemente más largos (mayores a los 28 días). Una maniobra que el Central identifica como «desagote del canal de pases».
Los esfuerzos de la mesa chica de Sturzenegger están enfocados en llegar a las elecciones con un índice de precios más a tono con las metas fijadas para este año (de entre 12% y 17% anual). Hay cifras que generan mayor temor que otras: los alimentos volvieron a subir en abril más del 2%, e indican que el efecto que hoy se siente sobre la inflación no es sólo «tarifario». Para mayo los economistas ya arriesgan una suba de precios cercana al 1,7% mensual.
Frente a esto, el Central debe implementar estrategias para elevar la tasa de interés real de sus Lebac y pases y contraer la cantidad de dinero. Debe hacerlo, curiosamente, en un momento en el que debe volcar pesos en la economía al comprar dólares y girar adelantos transitorios al Tesoro. En lo que va del año debió emitir $78.000 millones para adquirir algunas de las divisas que el Gobierno obtuvo en sus colocaciones de deuda y otros $50.000 millones en concepto de «adelantos transitorios», el mecanismo mediante el cual asiste financieramente al Estado. Para contrarrestar semejante expansión, el organismo contrajo casi $170.000 millones con colocaciones de pases y Lebac.
El dinero que circula en la economía (la llamada «base monetaria») crece ahora cerca del 40% anual (o algo menos del 30%, si se descuentan los efectos de la suba de encajes de 2016 y los billetes que acumulan forzosamente las entidades). En la evolución de los indicadores de inflación se ve, tal como reconoció en sus informes el Central, que desde febrero la suba de precios no está explicada solamente por la suba de tarifas (el ajuste de precios relativos), sino también por cuestiones monetarias (una política más laxa del BCRA a partir de octubre de 2016).
Fuente: http://www.ambito.com/881596-por-la-inflacion-bcra-sube-tasa-a-25