La inflación y la expectativa de una menor devaluación ha impulsado la inversión de los ahorristas más chicos en estos instrumentos que pagan una alta tasa en pesos, sobre todo en el corto plazo. Se puede acceder desde los $ 10.000 en cualquier sociedad de Bolsa pero también en forma indirecta a través de los fondos comunes de inversión que invierten parte de su cartera en esos activos
Si, como dicen, la necesidad tiene cara de hereje, a la hora de invertir, seguramente ese hereje lo haría en las Letras del Banco Central (BCRA). Instrumento que ha saltado del ámbito estrictamente financiero al gran público, las Letras de la autoridad monetaria han comenzado a ganar popularidad debido a dos fenómenos relacionados: por un lado, la inflación sigue exigiendo altas tasas de rentabilidad en pesos para no perder poder adquisitivo a la hora de realizar una inversión. Por otro, la devaluación del peso (y la cotización del dólar) ha generado inquietud en las últimas semanas razón por la cual el Central debió apostar a subir a 38% anual lo que paga por sus Letras. Necesitado de opciones, el inversor se vio inclinado a repensar sus estrategias.
El dato es que en los últimos días ha crecido la cantidad de inversores minoristas que se han visto tentados con la posibilidad de ganar 38% anual en pesos, entre ocho y diez puntos más de lo que ofrece cualquier plazo fijo bancario a pesar que las entidades acaban de subir sus propias tasas. El dato que acerca los analistas de Delphos Investment, que señala que si bien existen dos tramos, uno competitivo para inversores mayoristas y uno no competitivo para minoristas, es precisamente este segundo segmento el que ha ido ganando una participación cada vez mayor al punto tal que en la última licitación representó casi el 12%.
La mecánica parece sencilla. Un inversor puede comprar directamente estas Letras a través de bancos y sociedades de Bolsa durante las jornadas donde el Banco Central realiza una licitación. El BCRA vende estos títulos en forma directa todos los martes (emisión primaria), pero los títulos también se revenden en el mercado de capitales. Para los pequeños inversores, resulta más rentable participar directamente de las emisiones primarias, pero en el tramo minorista. Hay que recordar que, de esta manera, la entidad que conduce Federico Sturzenegger logra retirar pesos del mercado, a los fines de quitarle presión a los precios de la economía, es decir, de bajar la inflación.
Los especialistas sostienen que las tasas que pagan las Letras resultan atractivas a pesar de que existe la convicción de que «no durarán para siempre». Por eso recomiendan hacer la inversión en plazos cortos. Por ejemplo, la Letra que más paga es aquella que vende a los 35 días y así va descendiendo la tasa a medida que se alarga el plazo.
Como se dijo, en las últimas semanas el BCRA hizo trepar las tasas que paga por sus títulos para descomprimir el mercado cambiario y llevarse los pesos de los bancos. Esto pareció debilitar la cotización del tipo de cambio, que si bien había cruzado la barrera de los $ 16 por dólar, posteriormente tuvo una baja que lo llevó por debajo incluso de los $ 15.
Para los inversores, no sólo la inversión en pesos cuenta. La rentabilidad en moneda dura promete una rentabilidad que supera el 20% anual sumando la inversión en letras con la de los contratos de dólar futuro.
De esta manera, puede ?fijarse? el tipo de cambio al que se pueden comprar los dólares una vez que venza la Lebac. ¿Cuál es el costo de estos contratos? Los especialistas señalan que hoy están en torno al 18% y que con poco dinero, unos diez mil pesos, se puede invertir.
También existen fondos comunes que invierten en estos instrumentos y donde se puede invertir desde los mil pesos.