En 2016, la cuenta de portafolio de no residentes sumó u$s 1500 millones. La salida del cepo cambiario y las desregulaciones económicas fomentaron la llegada de inversiones financieras.
Si bien durante el año pasado no llovieron inversiones, en 2016, por primera vez en ocho años, la cuenta financiera para los inversores no residentes terminó con saldo positivo. Según el balance del mercado de cambios que realizó el BCRA, tras la salida del cepo cambiario el año pasado la cuenta de inversiones de portafolio para no residentes finalizó en u$s 1.539 millones, cifra que, aunque incipiente, contrasta con la salida de u$s 47 millones que había sido el resultado en 2015.
Desde la liberación del mercado cambiario, todos los meses de 2016 tuvieron un saldo positivo, a excepción de diciembre, cuando la cuenta cerró con una caída de u$s 175 millones. Sin embargo, el consenso de los analistas es que el resultado del mes pasado responde más a un movimiento estacional de los fondos de inversión extranjero, que buscan tener liquidez antes de comenzar un nuevo ciclo.
Esta cuenta había dado resultados positivos por última vez en 2008, cuando había cerrado con una ganancia de apenas u$s 53 millones. Luego, la crisis del subprime primero y más tarde las restricciones cambiarias, impactaron negativamente en las inversiones financieras de extranjeros en el mercado local.
«Si bien es una señal de una economía libre que está empezando a operar, es cierto que un resultado de u$s 1.500 millones no mueve el amperímetro, si tomamos en cuenta que hablamos de una economía de u$s 540.000 millones», afirmó el economista Ramiro Castiñeira, de Econométrica.
Castiñeira reconoció que «es un salto cualitativo importante, nos acerca al mundo, es un gran paso para la Argentina, pero lo importante es que otras cuentas, como la de Inversión Extranjera Directa, logren el caudal necesario para dinamizar la economía».
En 2016, la inversión extranjera directa fue de u$s 2.523 millones, un repunte si se considera los magros u$s 57 millones que había recaudado esta cuenta en el último año del gobierno de Cristina Kirchner. Por su parte, Martín Polo, de Analytica, señaló: «Después de cuatro años en que estas cuentas no aportaban nada, comenzaron a generar divisas. Esto es una muestra de que el cepo no funcionaba, aunque a esta cuenta la falta crecer, debería potenciarse mucho más este año».
La cuenta de inversión de portafolio de no residentes registra los movimientos que se hicieron en el mercado local, ya sea para la compra de títulos públicos como de acciones. En la primera parte del año, con tasas al 40%, los inversores extranjeros aprovecharon para hacer «carry trade» con Lebac y ganar en pesos. «En el balance del año, hay un popurrí de dólares que fueron a títulos públicos, pero también acciones del Merval, que en los últimos meses vio una suba fuerte de su volumen», remarcó Polo.
Para este año, la expectativa es que esta cuenta continúe en terreno positivo y logre incrementar su volumen. «Si bien la lluvia de inversiones no llegó, lo cierto es que se pavimientó la calle para que desembarquen», dijo Castiñeira. «El futuro no está escrito, si Argentina continúa normalizando la economía la expectativa es que la cuenta financiera se dinamice, al igual que la de inversión extranjera directa».
Polo fue más preciso: «Debería ir progresando año a año. Tenés potencial para crecer: en Brasil la cuenta financiera está casi a los mismos niveles que la cuenta de inversión extranjera directa. Si este año no hay grandes catástrofes a nivel global y si no hay mayores sobresaltos en lo local, la cuenta financiera para no residentes puede terminar en
u$s 2.500 millones», anticipó