Llegó a $296,29 y la brecha con el oficial se ubicó en 134%. Cómo funciona ese mercado y cuáles son los cuatro motivos centrales detrás de la fuerte presión cambiaria.
El dólar “contado con liquidación” escaló 6,5% a un nuevo valor máximo de $296,29 y su brecha con el tipo de cambio oficial se ubicó en el 134%. El dólar MEP o Bolsa también se disparó y cerró a $279,24, con un máximo de 282 pesos.
Las cotizaciones de los dólares negociados en la Bolsa dependen del activo que se tome para la operación. En los negocios del “contado con liqui” la vía más extendida es la compraventa del bono Global 30 (GD30C), mientras que para el MEP se utiliza el Bonar 30 (AL30D). También pueden utilizarse acciones locales, Cedear (acciones extranjeras) y Letras del Tesoro. Por ejemplo, el “contado con liqui” a través de YPF cerró a $296,96, y a través e Grupo Galicia llegó a 293,87 pesos.
El dólar contado con liquidación (CCL) y del dólar del Mercado Electrónico de Pagos (MEP) son el resultante de una operación bursátil que implica comprar una acción o un bono en pesos y vender ese mismo papel en dólares. La diferencia entre ambos es que el “liqui” permite liquidar los dólares en una cuenta en el exterior, mientras que con el MEP quedan en una cuenta en el sistema financiero argentino.
También se puede realizar para vender dólares y pasarse a pesos. Son operaciones legales, registradas y entre privados. Por lo tanto, no impactan en el nivel de reservas del BCRA. Como implican la apertura de una cuenta comitente para operar activos bursátiles, sea en un banco o en una ALyC (Agencia de Liquidación y Compensación), es una vía utilizada por inversores sofisticados o empresas, aunque ya ha sido adoptada por numerosos ahorristas gracias a las facilidades de las operaciones online y las apps de celular.
La tendencia decididamente alcista para estos dólares que se negocian por fuera del “cepo” oficial se definió en la última semana, en medio de la disputa en el seno de la coalición gobernante del Frente de Todos, con la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía como epicentro de la tensión política. La disparada de los dólares bursátiles obedece a cuatro factores principales:
1) Corrida contra los bonos del Tesoro. Un aumento de los precios en pesos de acciones y bonos argentinos por encima de la suba de los mismos en dólares. Esto tiene que ver con el exceso de liquidez en pesos por el desarme de posiciones de bonos del Tesoro, que en buena medida es absorbida por otros activos, como las acciones. Este jueves, el panel S&P Merval alcanzó un récord histórico nominal, por encima de los 100.000 puntos. Se estima que el Banco Central emitió 1,3 billón de pesos para rescatar bonos del Tesoro desde el 8 de junio pasado. Muchos de esos pesos, en manos de inversores privados, se fueron a comprar dólares o activos financieros que “floten” según la cotización del billete verde.
La “brecha” cambiaria se amplía a 134% entre el dólar oficial y el bursátil “contado con liqui”, la más amplia desde octubre de 2020
2) La búsqueda de cobertura en dólares. La compraventa de acciones y bonos para hacerse de dólares potencia a las paridades alternativas. Hay que recordar que el precio del dólar MEP surge de la compra de un bono con pesos y revenderlo después contra dólares que quedan depositados en una cuenta local. El “liqui” tiene la misma operatoria, pero se diferencia porque los dólares obtenidos quedan depositados en una cuenta fuera del sistema financiero local. Por efecto de dicha exteriorización su paridad es más cara que la del MEP.
3) Pésimas señales desde la política. La sorpresiva renuncia de Martín Guzmán el último sábado, en medio de un discurso de la vicepresidente Cristina Kirchner, fue sucedida por una accidentada negociación que llevó a Silvina Batakis a quedar el frente del Palacio de Hacienda. Aunque la flamante funcionaria todavía no comunicó medidas para enfrentar la crisis económica, algunas declaraciones públicas incrementaron la incertidumbre de los agentes de mercado.
4) Sin reservas líquidas en el Banco Central. La entidad monetaria recayó en julio en fuertes ventas en el mercado de cambios para abastecer la demanda. La falta de divisas trajo a debate si habrá un nuevo ajuste del “cepo”, ahora con foco en la salida de dólares por turismo, después de las restricciones aplicadas semanas atrás sobre las importaciones. Como la alternativa que les queda a las empresas, ante un mercado oficial vedado, son los dólares paralelos -130% más caros-, estas cotizaciones escalaron sin atenuantes en un 40% en los últimos 30 días.
Las paridades bursátiles saltaron 40% en el último mes desde que se inicio la salida de fondos privados posicionados en bonos del Tesoro el pasado 8 de junio
“Con el BCRA cada vez más en el centro de la escena, al sumar cada vez más roles, los operadores siguen atentos a cada movimiento a raíz de sus implicancias monetarias y cambiarias, al evaluar muchas estrategias podría ser sólo coyunturales y por ende no sustentables. Tras el breve respiro, los dólares financieros vuelven a direccionarse hacia los máximos de la mano de una demanda por cobertura que sigue vigente, a partir de las preocupaciones que despierta la peligrosa dinámica de ‘más pesos, menos dólares’”, sintetizó el economista Gustavo Ber.
Los expertos del Grupo IEB (Invertir en Bolsa) señalaron que “esta semana el BCRA habría intervenido en la deuda en pesos comprando bonos por $320.000 millones. A su vez, el día martes parece haber vendido grandes sumas de bonos hard dollar para sostener el precio del contado con liqui. El actual contexto proyecta un debilitamiento de la situación patrimonial del BCRA, lo cual genera presión sobre el contado con liqui y por ende un aumento en la brecha. Esta situación es un gran desafío para la actual administración”.