La formación de los activos externos de la entidad que preside Miguel Pesce muestra movimientos diferentes según se mire el nivel bruto o el resultado neto de libre disponibilidad
La compra de dólares por parte del BCRA es un dato que día a día miran los analistas, y cuando lo logra sin dudas es una señal de alivio. Claro está, que el resultado dependerá de la oferta, y como está se comporte.
Si se mira marzo, y en lo que va del mes, la liquidación del agro es muy fluida y superando a lo ingresado el bimestre precedente. En efecto, según información relevada en el mercado, se trata de USD 1.721 millones en 14 días hábiles, al jueves 18; que se tradujo en compras netas del BCRA superiores a USD 1.200 millones. Aunque las Reservas Brutas -en prácticamente el mismo período- sólo ganaron USD 362 millones, alcanzando a unos USD 39.865 millones.
De hecho, en lo que va del año, el Banco Central compró reservas privadas por USD 1.900 millones, pero la posición bruta solo mejoró en USD 478 millones. La pregunta, por ende, es simple: ¿dónde se fueron los USD 1.422 millones restantes? Y la respuesta se puede justificar por dos vías: 1) por lo que el Gobierno pagó de vencimientos de deuda, y 2) por diferencias de cambio de las divisas que la componen.
Un punto último, en consecuencia, que lleva a analizar dos diferentes cuestiones: 1) ¿Cuántas son hoy las reservas (netas líquidas)? (es decir, la foto); y 2) ¿Cuánto suman los pagos del Gobierno hasta fin de año? (es decir, la película).
Ahora bien, para responder la primera pregunta y ver las reservas netas hoy, se debe partir de las brutas. Estas suman unos USD 39.865 millones, y claramente distan mucho de ser la caja propia de la entidad que preside Miguel Pesce.
Para empezar hay que restarle los encajes de “argendólares”, la diferencia entre depósitos y créditos en moneda extranjera del sector privado, puesto que son dólares de los depositantes, y el SWAP chino (léase, yuanes “traducidos” a dólares con fuerte costo de conversión y sujeto al gobierno asiático). Una resta que reduce rápidamente las reservas brutas a solo USD 8.359 millones.
En tanto, el paso siguiente es “restarle” los pasivos (a similitud de un descubierto transitorio que facilita el “BIS” por USD 3.156 millones), con lo que las reservas netas propias bajan ya a USD 5.203 millones. Pero hay que dar un paso más, ya que no todo lo que reluce es “verde”.
A este último número, hay que restarle las tenencias en oro en lingote y SDR (la moneda del FMI). De acá, que las reservas líquidas netas son sólo unos USD 1.317 millones, equivalente a 2% de la Base Monetaria Amplia (equivalente a USD 60.700 millones). Un número explosivo en cualquier esquema monetario “sin controles de capital”.
Ahora, hay que responder la segunda pregunta. Para esto hay que analizar la “película” que deberán enfrentar las autoridades. En principio, claramente las reservas netas líquidas no alcanzan para enfrentar vencimientos de capital e intereses (tal como lo hizo en el período 2012/2015), producto de que estos suman unos USD 9.200 millones en el resto del año (USD 8.000 millones los concentra el FMI y el Club de París).
En conclusión, sin reservas netas líquidas suficientes para enfrentar los vencimientos hasta fin de año, la conclusión que surge es que el Gobierno debe “acordar” con el FMI para no caer en default con el Club de París (una situación que, de no evitarse, podría implicar que otros organismos internacionales no desembolsen tramos de préstamos acordados para obra pública).
Por otra parte, es una realidad que tampoco el BCRA puede salir a comprar divisas a “mansalva” (que, a su vez, depende de los exportadores de granos) y dárselas al Gobierno, pues dejaría el equivalente de pesos sin mayor respaldo.
Un BCRA sin reservas, fuertes pagos a organismos y muchos pesos en la calle, solo puede operar con un fuerte cambio de expectativas.