El contexto global no deja de impactar en un mercado en el que cada vez juegan más las perspectivas electorales del año que viene
Los mercados dependen más del presidente de EEUU, Donald Trump, que de la licitación de Letras del Tesoro a una tasa de 4,75% anual que vencen el 28 de junio próximo. Los inversores estuvieron más atentos a lo que sucedía en Estados Unidos que a la economía local.
La volatilidad y la falta de previsibilidad en el valor del dólar, de las acciones, de los bonos, del petróleo y otras materias primas fundamentales en todo el mundo, está en manos de un presidente que parece imprevisible.
Wall Street, por caso, abrió en alza y el dólar en baja frente al resto de las monedas del mundo. El buen humor estaba instalado por las buenas noticias que llegaban desde China que señalaban la buena predisposición en las negociaciones a bajar el arancel a los autos de Estados Unidos y el avance en distintos rubros involucrados en la guerra comercial que sostienen ambos países.
Pero por la tarde Trump anunció que si es necesario cerrará el Gobierno para financiar el muro que lo separará de México y habló con ironía de «algunos anuncios importantes que están llegando desde China». Por supuesto, el dólar comenzó a subir en el mundo y en la Argentina y las bolsas comenzaron a bajar.
En Chile, el peso cayó al nivel más bajo en un mes y en Brasil el dólar que venía en caída de 0,30% terminó con un alza de 2 centavos a 3,92 reales. La moneda brasileña se acerca peligrosamente al nivel de 4 reales, un precio que puede complicar a la Argentina y obligarla a devaluar su moneda porque es su principal cliente. Volver al déficit comercial, sería un innecesario egreso de divisas que puede afectar a un país cuyo riesgo país volvió a subir a 0,27% a 754 puntos básicos. El segundo más alto de la gestión de Macri. En agosto pasado se había alcanzado el máximo de 784 puntos básicos.
En Buenos Aires la divisa al público hizo una parábola. Había terminado muy por encima del dólar mayorista el día anterior. Mientras en bancos y casas de cambio el lunes subió 40 centavos, el dólar mayorista había aumentado 26 centavos. Por eso en esta oportunidad, el dólar al público se mantuvo sin cambios en $38,75. El «blue», por su parte, aumentó 50 centavos a $37,50.
El dólar mayorista, que abrió en abrupta baja de 0,35%, pasada la mitad de la rueda comenzó a subir hasta alcanzar un máximo de $37,90 para luego cerrar en $37,84, lo que equivale a un aumento de 14 centavos sobre el día anterior.
La suba del dólar no impidió que el Banco Central bajara apenas 0,05 puntos la tasa de Letras de Liquidez (Leliq). La entidad colocó títulos por $121.663 millones a una tasa máxima de 59,55%. De esta manera, liberó $20.000 millones porque no cubrió todos los vencimientos. La diferencia está en que se renuevan menos plazos fijos y se están dolarizando las carteras.
El dólar tiene un recorrido similar al alza en cada rueda. A 45 minutos del final toca su máximo y luego cede algunos centavos para cerrar en no más de 0,50% sobre el precio de la rueda anterior. Son muchos los que están haciendo este arbitraje de precios.
Las reservas, en tanto, siguieron en baja. Se perdieron USD 68 millones y quedaron en USD 49.785 millones. En el exterior se ganaron USD 5 millones y se pagaron USD 14 millones a organismos internacionales y un millón a Brasil.
La Bolsa también sintió el impacto externo. El índice Merval de las acciones líderes terminó con una leve suba de 0,61%, después de haber alcanzado un máximo de 2,04% al mediodía. El monto de negocios se mantuvo en niveles regulares. Las operaciones sumaron $524 millones.
Lo más destacado pasó por los bancos. Galicia subió 4,70% y Francés, 2,34%.
En Wall Street, entre los ADR’s argentinos –certificados de tenencia de acciones que cotizan en dólares– predominaron las alzas. Galicia anotó acá un aumento de casi 6%. El otro papel destacado fue Telecom (+4,13%).
Los bonos de la deuda, con un regular monto de negocios por $15.360 millones, tuvieron caídas importantes. El Bonar 2024, el título en dólares de referencia, perdió 1,89% y el Discount que nació con el canje de la deuda y vence en 2033, bajó 0,90%. El Bonar 2020 con un aumento de 1,06% atenuó el promedio de las bajas e hizo que la caída del riesgo país no fuera mayor.
A medida que se acerca el fin de diciembre, el mercado se complica por la dolarización interna y por la imprevisibilidad global que mantiene los ánimos alterados.
Nada es previsible en el mundo y menos en la Argentina, donde los inversores le temen al 2020 porque en ese año los bonos no tienen asegurada la financiación. La Argentina no depende de su política económica, sino de las elecciones presidenciales del año próximo. El que apueste a bonos largos puede sufrir o hacer una fortuna. La diferencia entre el éxito o el fracaso del inversor en bonos depende de quién sea electo Presidente.