El dólar había tocado $ 20,65, pero las ventas oficiales lo devolvieron a $ 20,52. La autoridad monetaria usó unos u$s 30 millones para frenarlo. Fue la primera intervención oficial desde las PASO 2017. Sturzenegger dice que no usa al dólar para conducir el proceso desinflacionario, pero ayer los operadores leían lo contrario.
Casi ocho meses después de su última intervención en el mercado cambiario y luego de tres meses de subas aceleradas del dólar, el Banco Central (BCRA) vendió ayer u$s 30 millones para ponerle un techo a la divisa luego de que tocara $ 20,65 en las pizarras minoristas.
El regreso de la entidad que conduce Federico Sturzenegger a la plaza fue leída por operadores como un intento de moderar el potencial traslado a precios de la devaluación del peso, que roza el 8% en lo que va del año, ya que llegó poco después de un nuevo avance en las expectativas de inflación para 2018. El billete cerró a $ 20,52 para la venta, dos centavos por debajo de su cierre anterior.
A la vista de todos, para que los operadores del mercado mayorista no tuvieran dudas respecto a quién estaba diciendo suficiente, la mesa de operaciones del BCRA ofreció u$s 30 millones en el sistema Siopel en la mañana de ayer. En otras ocasiones la autoridad monetaria había preferido ser más discreta y mandar a bancos públicos a operar por ella.
En ese momento el dólar mayorista alcanzaba un récord de $ 20,40 para la venta, punto desde el que se desplomó para cerrar luego a $ 20,21. Perdió así 6 centavos respecto a su último precio del viernes.
La última vez que el BCRA había tenido que intervenir en el mercado cambiario había sido el 11 de agosto del año pasado, último día hábil antes de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias que arrojaron un resultado mejor de lo esperado para el oficialismo. En esos días previos a las primarias la entidad debió intervenir 7 veces en once ruedas en las que volcó u$s 1837 millones en total.
En ese entonces el BCRA había justificado la intervención porque veía a la suba como «disruptiva», motivada por incertidumbre política y acompañada por muy poca liquidez (poco volumen operado).
Ayer los operadores no encontraban incertidumbre política alguna ni falta de liquidez que explicara la necesidad de frenar al dólar. Veían, eso sí, motivaciones relacionadas con la lucha contra la inflación o, en todo caso, un «ala política» del Gobierno incómoda por el protagonismo que ganaba el mercado cambiario.
«Al BCRA lo forzaron a bajar la tasa cuando le cambiaron la meta de inflación», dijeron en la mesa de un banco. «Salir a intervenir en el mercado cambiario es lo lógico, es la única herramienta que le dejaron», agregaron.
Tras la recalibración de las metas de inflación del 28-D (ese día cambiaron el objetivo para este año del 10% al 15% de variación anual del nivel general de precios) el BCRA recortó dos veces la tasa de referencia, 150 puntos básicos en total, en sus dos decisiones de política monetaria de enero. Lo hizo a pesar de que las expectativas de inflación a las que la entidad trata de conducir estaban en 16,6%, por encima incluso de la nueva meta. Como resultado esas expectativas se dispararon: el último relevamiento oficial, publicado el viernes, mostró que subieron en febrero al 19,9% para todo 2018.
En la entidad de la calle Reconquista explicaban, apenas, que el dólar venía subiendo hacía quizás demasiado tiempo. Lo suficiente como para testear la reacción del mercado ante un cambio de dirección.
En las mesas veían, en cambio, una señal de techo al menos por el corto plazo. Y una indicación de volver a la tasa en pesos.
«En el BCRA te dicen que el traslado a precios de las subas del dólar es del 20%, pero lo que no dicen es que a medida que se acelera ese traslado es mayor», dijo un operador cambiario de otro banco. «El dólar subió 3 pesos y medio en menos de tres meses y eso en las pizarras minoristas se va a precios, ahora te dicen volvé a hacer tasa», dijeron.
Una particularidad de la intervención oficial de ayer es que encauzó al peso en la tendencia regional. Mientras que el dólar subía en el mercado local, caía en los países vecinos. El peso colombiano se apreció 0,84% frente al dólar en el día, el real brasileño 0,32% y el peso mexicano 0,15%. Sólo debido las ventas oficiales, el peso se plegó a esas subas y ganó 0,36%.
El dólar sube 8,49% en lo que va del año, 16,77% desde que a principios de diciembre empezó con su tendencia alcista y 30,56% en términos interanuales. Esta cifra supera incluso a la inflación interanual, que está en el 25%.