La normativa del BCRA dice que cada entidad deberá tener un ejecutivo que asegure la distribución de los Cedines en el banco (se presume que sería el tesorero general) Además, en cada sucursal deben tener un “oficial Cedin” titular y uno suplente. Los bancos no pueden cobrar nada, pero esperan compensarlo con la compra y venta del Cedin como si fuera una moneda más, aunque la única que no necesita el OK de AFIP
Por fin vamos a poder poner en nuestra pizarra de compra y venta de monedas una que no necesita la autorización de la AFIP”, se entusiasma el gerente de Productos Cambiarios de un banco nacional, en alusión al Cedin, cuya cotización estima que podría arrancar en $ 6,50 para la compra y en $ 7,50 para la venta, lo que marcaría un spread importante entre la punta compradora y la vendedora: “Luego, si hay mercado y tenés las dos puntas con liquidez, el spread podrá achicarse”, dice.
“Por lo pronto, tenemos la esperanza puesta en que se arme un mercado secundario, que no reemplazará ni por asomo ni remotamente al negocio del dólar antes del cepo, pero es el único recupero que podemos tener de esta operativo, ya que no nos dejan cobrar nada por el servicio de gestión ni de intermediación de los Cedines entre el cliente y el Banco Central”, confiesa un banquero.
En rigor, la normativa del BCRA dice que cada entidad deberá tener un oficial que asegure la distribución de los Cedines en todas las filiales del banco, que se supone sería el tesorero general. Además, en cada sucursal deben tener un “oficial Cedin” titular y uno suplente, aunque en ningún caso debe ser en forma exclusiva, sino que puede ser el gerente y el subgerente o el tesorero de cada local. “Por el volumen de operaciones que pueda haber no es necesario tener a nadie exclusivo, aunque sí capacitado, por lo que se puede ofrecer el producto de forma eficiente con la estructura actual”, sostiene el director de un banco extranjero.
“Lo veo más como un problema para la banca corporativa, pero los que nos dedicamos al segmento minorista tenemos oficiales en demasía”, revelan en otra entidad.
“Para los bancos, es una carga pública que no pueden eludir. La iniciativa tendrá éxito si los dólares están sobre la mesa en la primera operación que se haga; caso contrario, el proyecto nacerá muerto”, afirma el presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Roberto Arévalo.
“La esperanza del gobierno es que aquellos que necesitan dólares para sus empresas o para construir, pero no los pueden comprar en el mercado ilegal, se vuelquen al Cedin como sustituto de la divisa norteamericana y eso le de liquidez a la plaza”, señala Nicolas Litvinoff, director de Estudinero. A su criterio, “seguramente los bancos encontrarán alguna manera de participar, aunque sea mínimamente en el negocio, vía algún costo fijo de la operatoria, aunque para ello deberían ser autorizados previamente por el Banco Central”.
Fernando Baer, director de Bconomics, relativiza la situación: “Si bien los bancos no podrán cobrar nada por la operación, tampoco tendría un costo significativo como para preocuparse”.
Alejandro Cosentino, CEO de Afluenta, asegura que los bancos siempre tienen comisiones a mano para cubrir estas eventualidades: “Podrán alquilar la sala en las sucursales para cerrar acuerdos de compra venta con Cedines, por ejemplo”.
¿Cuánto valdrá el Cedin?
“La cotización del Cedin debería ser alguna medida intermedia entre el dólar oficial y el paralelo. Eso mientras la ventanilla del blanqueo esté abierta. Después, sólo Dios lo sabrá”, indica Baer.
Para el economista Ariel Setton, el Cedin aplicado va a valer lo mismo que el paralelo: “Por otro lado, el Cedin no aplicado va a tener seguramente un descuento, pero va a depender mucho de las complicaciones (o no) burocráticas que efectivamente ocurran como requisito para sellar el Cedin”.