Los títulos de deuda en pesos están muy vulnerables. En la licitación del lunes para renovar una letra de descuento a febrero hubo que pagar tasas elevadas que, por el momento, alientan el “carry trade”
El Banco Central va a perder reservas por un tiempo más. Está esperando que se agoten las SIMI, las autorizaciones para importar del régimen anterior, cuyo pago es ineludible. Las SIRA, del nuevo sistema, demorarán la salida de dólares porque se guían por un algoritmo que pone una fecha exacta para hacer la importación que no baja de los 90 días.
El riesgo es que si las reservas siguen bajando a este ritmo no llegan a diciembre. La vista no hay que ponerla solo en las ventas diarias, sino en las reservas de libre disponibilidad que al 7 de noviembre eran de USD 3.770 millones. El Banco Central heredó de la gestión anterior a fin de 2019, USD 10.001 millones de reservas netas.
Pero ayer tuvo que vender USD 145 millones y por fortuna el dólar sucumbió frente a las seis principales monedas del mundo con lo que pudo atenuar la caída de las reservas a USD 47 millones y quedaron en 37.865 millones.
El Banco Central trabajó a destajo. Tuvo que atender al frente interno porque debe financiar al Tesoro al que le cuesta cada vez más renovar los vencimientos.
Por eso compró todos los bonos que se le pusieron a su alcance. Emitió $161 millones para alzarse con los T2X3 y TX23 que indexan por el CER. La disparidad que hay en la cotización de estos títulos es abismal. Los bonos CER que vencen el año que vienen tienen un rendimiento cercano a las condiciones de emisión, pero se desploma cuando se observan los títulos que vencen en 2024 que nacieron con una tasa de 1,5% sobre la inflación, pero su baja paridad hace que esa sobretasa se transforme en 4,5%.
“Una novedad importante en el sector agropecuario es que se habilitó un cupo extra para las declaraciones juradas de ventas al exterior, que pasó de 10 millones a 20 millones de toneladas. Con esta medida pretenden recaudar más por derechos de exportación teniendo en cuenta que los exportadores hacen el giro de divisas una vez que hacen el registro de la declaración jurada, es decir antes de que entre la mercadería. Por caso, las de trigo se hicieron en enero, febrero y marzo de este año mientras que lo poco que hay se entregará en noviembre y diciembre. Esta medida se tomó pensando en el maíz para recaudar USD 200 millones extra. Están buscando dólares en todos los rincones para intentar llegar a marzo”, señaló Salvador Vitelli, analista financiero y experto en agronegocios.
En estas circunstancias, los dólares financieros tuvieron un comportamiento positivo y el contado con liquidación aumentó $1,88 (0,6%) a $305, mientras que el MEP subió $2,15 (+0,7%) a $291,47 y se colocó casi a la par del dólar libre o “blue” que avanzó $1 a $291. El mercado se adapta a las nuevas reglas del juego desde que apareció el dólar para los turistas extranjeros.
Los bonos de la deuda siguieron muy firmes y tuvieron alzas de hasta 3,26% como fue el caso del Global 2029. El riesgo país bajó 56 unidades (-2,2%) a 2.487 puntos básicos. El movimiento acompañó a los bonos de países emergentes. El índice que los representa, el EEM subió 0,8%.
Brasil volvió a la normalidad al surgir nombres de economistas promercado para acompañar la gestión de Lula. El dólar cerró sin cambios en 5,14 reales y el Bovespa de la Bolsa de San Pablo recuperó 0,71%.
La Bolsa local tuvo una irrelevante alza. Los negocios siguieron por debajo de los montos habituales y se operaron $1.365 millones. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, subió 0,06% en pesos y cayó 0,6% en dólares.
Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- negociaron $3.610 millones y en las pantallas predominaron las caídas.
Los inversores actuarán pensando en mañana cuando se haga el mega canje de $1,7 billones de Letras de Descuento, Bonos CER y títulos linked dollar que ajustan por el precio del dólar oficial y vencen este año. La Secretaría de Finanzas les ofrece bonos duales que vencen en junio, julio y setiembre próximos. Los bonos duales ajustan por CER o por el precio del dólar oficial, el que elija el inversor en el momento del vencimiento. Cubren contra la inflación y la devaluación.
Los títulos del Tesoro están muy vulnerables. En la licitación del lunes para renovar una letra de descuento a febrero hubo que pagar una tasa de 116,3% efectivo anual. Estas tasas por ahora son las que alientan el carry trade (apostar al peso para tiempo después tomar ganancias en dólares).
Acorralados por los plazos cada vez más cortos y las tasas más altas, los tiempos del carry trade parecen acortarse.