Se estima que el gasto público seguirá creciendo por encima de la recaudación, por lo que el Central continuará ganando importancia como agente financiador
La posibilidad de que el Banco Central (BCRA) reduzca los altos niveles de asistencia a las arcas del Tesoro parece cada vez más lejana. El año terminará con un déficit fiscal superior al 5%, por un gasto público que crece por encima de la recaudación, y en cuyo financiamiento ha sido clave la provisión de pesos por parte de la autoridad monetaria. Como consecuencia de ello, la ayuda del BCRA al Tesoro se alzó poco más de medio punto del PBI respecto del año anterior. Y, según estiman especialistas, la presión sobre el Central en 2015 será mayor ya que, por ahora, el Gobierno no ha encontrado alternativas de financiamiento.
"El año se cerrará con un déficit fiscal (bien medido) cercano a 5,8% del PBI. Y el Gobierno ha comprobado recientemente las dificultades para abrir ventanas de financiamiento alternativas al BCRA. Si no se reduce el déficit o si no aparecen fuentes genuinas de fondeo, la presión del Tesoro sobre el BCRA conservará potencial desestabilizador en 2015", indicó la consultora Federico Muñoz en su último informe.
El Gobierno realizó dos colocaciones de bonos dollar-linked que resultaron insuficientes para las necesidades del Fisco. En tanto, la ampliación del Bonar 24 obtuvo sólo u$s 286 millones.
Teniendo en cuenta las mayores necesidades fiscales de diciembre, la consultora ACM espera un déficit fiscal de $ 222.000 millones (5,6% del PBI).
"De cara a un 2015 con serias dificultades en prácticamente todos los planos de la macroeconomía local, a lo que se suma un escenario internacional claramente menos benigno que el vigente hasta la actualidad, esperamos un deterioro mayor de las cuentas fiscales", explica en su último informe. En un escenario que asume un crecimiento del gasto más contenido, aunque también una menor recaudación por el deterioro de la actividad económica, ACM prevé un déficit fiscal de unos $ 340.000 millones (6,7% del PBI).
"Suponiendo un acceso a los mercados financieros (en principio, convalidando tasas de retorno similares a las actuales), el desequilibrio fiscal inevitablemente terminará ejerciendo una importante presión sobre la independencia de la política monetaria, como ha venido ocurriendo hasta hoy", dice ACM, al prever una asistencia financiera del BCRA al Tesoro en unos $ 338.000 millones (6,5% del PBI).
La consultora Economía & Regiones (E&R) coincide: "El BCRA gana importancia relativa como agente financiador del Tesoro. Es decir, cada vez se emiten más pesos para financiar el exceso de gasto regresivo y el déficit fiscal", dice en su último informe, donde calculó que la importancia relativa de la emisión monetaria para financiar al Fisco crece 58% este año respecto del año pasado ($ 138.063 millones), lo cual equivale al 3,1% del PBI.
"No esperamos un cambio de la política hiper expansiva ni en la dominancia fiscal para 2015", agrega E&R, ya que prevé que el resultado financiero se deteriore 53% interanual, por un gasto público creciendo a un ritmo mayor que los ingresos. Así, proyecta que el BCRA será el principal financiador del sector público: u$s 11.000 millones de reservas monetarias y $ 285.100 millones de emisión monetaria (un 4,4% del PBI).
La expansión monetaria prevista por E&R para 2015 es 63% superior a la de este año. "Si se tiene en cuenta que todos los desequilibrios macroeconómicos tienen su origen en la política fiscal desmedidamente expansiva financiada con emisión monetaria, el BCRA deberá llevar a cabo una fuerte política de esterilización si se quiere que no se potencien presiones inflacionarias y devaluatorias que atenten contra la estabilidad financiera", explica. En ese sentido entiende que la situación exigirá colocar $ 142.250 millones en Lebac para que la base monetaria crezca 30 por ciento.