Según la Fundación Mediterránea, la recaudación crece un 50% más que la economía y se usa cada vez más para financiar subsidios y menos para inversiones
La presión impositiva llegará este año a 40% del PBI, lo que implica un nuevo récord, según un estudio de la Fundación Mediterránea. Si se contabiliza el impuesto inflacionario, la cifra final llegaría a 42,8%. Cada vez más, el dinero de los impuestos se utiliza para cubrir subsidios al transporte y la energía y financiar el creciente gasto del Estado, mientras que los gastos de capital están estancados desde 2009.
En 2001, la carga impositiva tanto de la Nación como de las provincias y municipios representaba el 22% del PBI. Desde entonces, no paró de subir, de la mano de impuestos nuevos e incrementos en los existentes, y también ?por supuesto? de la recuperación económica del país en la última década. Sobre todo a partir de 2005, cuando era del 29,1%. El año pasado llegó al 38,6% del Producto (41,2% con el impuesto inflacionario).
La recaudación tributaria crece en torno al 30% anual. La AFIP que dirige Ricardo Echegaray consigue así números superiores al crecimiento nominal estimado para la economía. Eso hace subir la presión tributaria.
Según los cálculos de la Fundación Mediterránea, cada habitante pagará, en promedio, $ 26.515 de impuestos este año, o un 134% más que en 2001 (a valores de 2013, es decir, descontada la inflación). La mitad de ese incremento se explica por una expansión económica del 77,4% y el resto por ?nuevos y más altos impuestos?.
Así, por ejemplo, una empresa paga más impuesto a las Ganancias por su mejor performance económica. Pero cada vez más trabajadores son alcanzados por el impuesto por la falta de actualización del Mínimo No Imponible de la cuarta categoría de ese tributo, que alcanza al salario. Entonces, la ampliación de la base impositiva incrementa la presión tributaria.
Si se incluye el ?impuesto inflacionario? (un efecto que se produce por el costo de oportunidad de tener más pesos en cuentas bancarias sin interés), la contribución por persona asciende a $ 28.366 año año.
La presión impositiva medida en dólares se incrementó un 226,6% desde 2001, hasta los u$s 5.194 por habitante. Con una devaluación del 20%, la carga aumentaría 7% interanual.
Gastos y subsidios
El gasto de capital o inversión en obra pública se mantiene en niveles constantes desde 2009 y alcanzará los $ 2.104 por habitante por año, según la proyección de la Mediterránea.
Por el contrario, los subsidios a empresas se llevan una porción creciente. Según datos del Gobierno, la erogación per cápita para mantener las tarifas planas alcanzará este año los $ 3.149. Luego de un salto considerable entre 2009 y 2011 (cuando creció, en total, 50%), el gasto por habitante se mantuvo por encima de los $ 3.000 al año.
La suba en los subsidios, que crecieron 731% entre 2005 y 2012, explicó el fin de la holgura fiscal. Si hasta 2008 el Ministerio de Economía pudo lograr superávits primarios superiores a los $ 2.000 por habitante, las cuentas públicas se deterioraron desde entonces hasta terminar 2012 con déficit.