Con los inversores atentos a indicios renegociación de la deuda, el panel líder de BYMA cedió a 41.106,97 unidades, luego de un inicio alcista y de haber acumulado una mejora del 20,8% en diciembre. En el segmento de renta fija, los principales bonos soberanos en dólares registraron mermas de hasta el 6,6% (AO20D).
En la primera rueda del 2020, las acciones y los bonos argentinos operaron con una clara tendencia a la baja, al tiempo que el riesgo país subió con fuerza, ya que los inversores se inclinaron por una mayor cautela a la espera de novedades respecto al proceso de reestructuración de deuda.
Pese a un inicio de año positivo en Wall Street, el índice accionario S&P Merval de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) cayó un 1,3%, a 41.106,97 unidades, luego de un inicio alcista y de haber acumulado una mejora del 20,8% en diciembre. El Merval anotó un nivel máximo histórico de 44.470,76 unidades el 9 de agosto, previo a las elecciones primarias.
Entre las bajas más relevantes, aparecieron las acciones de Edenor (-5,6%), de Telecom (-4%), y de Cresud (-3,7%). Por el lado de las subas, destacaron los papeles de Cablevisión, que marcaron un alza de 6,1%.
La primera baja del año se produjo mientras los operadores esperan ansiosamente avances en el complejo proceso de reestructuración de deuda, el cual se deberá encarar contrarreloj. Eso sucede más allá de la positiva decisión de continuar abonando los servicios de los títulos, en busca de ratificar durante la negociación la voluntad de pago, y aprovechando también que se va reactivando el apetito por las Letras en pesos de corto plazo, tal como refleja el satisfactorio ¨roll-over¨ que se está logrando en las últimas licitaciones, explicó un especialista.
El Gobierno de Alberto Fernández logró recientemente la aprobación del Congreso de la ley denominada «Solidaridad Social y Reactivación Productiva» que busca impulsar el crecimiento, reducir la pobreza, contener la inflación y renegociar la deuda.
«Si las políticas que lleve a cabo el nuevo gobierno generan confianza en los inversores y activan el aparato productivo nacional al igual que el poder de compra de la sociedad, es de esperar que la renta variable tienda a tener una buena performance en el futuro», comentó Joaquín Candia, analista de Rava.
Por su parte, los ADR’s, es decir, la acciones argentinas que cotizan en el exterior, también exhibieron comportamientos negativos. En este sentido, Central Puerto se hundió 7,4%; IRSA Propiedades Comerciales se contrajo 6,4%, y Edenor cedió un 4,2%.
Bonos y riesgo país
En el segmento de renta fija, los principales bonos soberanos en dólares registraron mermas de hasta el 6,6% (AO20D), mientras que el riesgo país argentino, medido por el banco JP Morgan, subió un 4,6% (80 unidades) a 1.824 puntos básicos.
De esta forma, las paridades alcanzaron niveles promedio del 49,6%, en un marco donde por segunda rueda consecutiva se registraron mayores caídas en los bonos de legislación local, lo que ayudó a ampliar el diferencial por legislación.
Para los bonos de Ley local las paridades cerraron en un promedio del 47%, mientras que los de Ley extranjera en torno al 51%. Así, el mercado vuelve a descontar en los precios de los activos mayores probabilidades de una reestructuración en etapas.
La salida de los bonos argentinos no pudo ser frenada luego del corte al 31 de diciembre por más que este jueves el Gobierno autorizara la emisión de letras del tesoro que serán suscriptas por el BCRA por más de 1.300 millones de dólares que se utilizarán exclusivamente para pagar deuda en dólares. Tampoco frenó el éxodo la confirmación de los pagos de los cupones que vencían en diciembre.
En cambio, los títulos en pesos volvieron a experimentar incrementos, en algunos casos de hasta 5,4% (A2M2), ya que se encuentran operando a paridades bajas, con vencimientos en el corto plazo y con un Ministerio de Economía que emite letras en pesos para poder pagar los bonos y rollear la deuda sin que esto genere una expansión de la base monetaria, explican operadores.