Un informe dice que el aumento de los depósitos y del crédito supera la disposición a tener pesos y que si esa discrepancia se mantiene será difícil mejorar el nivel de actividad sin chocar con un piso al ritmo de los precios
El equilibrio fiscal, el saneamiento del BCRA y el cierre de la emisión monetaria son medidas con las que el gobierno apunta a bajar la inflación. Mientras avanza en ese objetivo, “la economía comienza a mostrar signos de recuperación impulsada, entre otros factores, por el crecimiento de los préstamos bancarios al sector privado”, dice el más reciente informe de Quantum.
Los préstamos en dólares se más que duplicaron desde diciembre de 2023 y llegan hoy a USD 7.000 millones, mientras los préstamos en pesos se vienen recuperando desde enero y creciendo a una tasa mensual del 9,8% nominal, esto es 5,4% en términos reales (descontada la inflación), precisa la consultora.
Pero hay problemas, explica el informe, porque ese ritmo de otorgamiento de crédito al sector privado no necesariamente tiene como contraparte una expansión de igual magnitud en la demanda de dinero (esto es, la disposición de los agentes económicos a mantener “saldos monetarios reales”, pesos, en sus bolsillos o cuentas a la vista).
“El agregado M3 privado en pesos crece al 2,4% nominal mensual, lo que equivale a una caída de 1,7% real. Si esa discrepancia se mantiene, existe el riesgo que el crecimiento de la actividad se enfrente con cierta resistencia de la tasa de inflación para continuar descendiendo, lo que dificultaría el objetivo perseguido por el Gobierno de hacer converger la inflación al 2% mensual (la tasa de crawl o deslizamiento del dólar oficial)”, subraya Quantum, apuntando a un problema a resolver de la política monetaria oficial.
Importaciones, dólares y reservas
Según el informe, una forma de compensar la situación sería estimular una mayor competencia de bienes vía mayores importaciones. Pero en ese caso, dada la actual política monetaria oficial, surge otro problema: la caída en las reservas internacionales.
La solución benévola a estos problemas sería un (¿mágico?) aumento de la demanda de dinero en pesos. Una mayor confianza de empresas e individuos en la moneda local, expresada en una mayor tenencia de saldos “redundaría en hacer compatible una reducción de la inflación con mejoras en la actividad y la recomposición de reservas internacionales”.
Sería la solución ideal, en tanto permitiría reconciliar objetivos por ahora elusivos, pero depende en gran medida de la no menos escurridiza “confianza” en la economía.
El informe de Quantum explica también que la política de expansión cero de la base monetaria iniciada en julio, con el cierre de todos los “grifos” de emisión, no impidió que en los últimos 30 días la base monetaria “en su definición estándar” aumente 3,6% nominal (equivalente a una caída del 0,5%, descontada la inflación). A su vez, prosigue el informe, el Gobierno definió la “base monetaria amplia” como la suma de la base monetaria, más las LeFis (Letras Fiscales de Liquidez, títulos emitidos por el Tesoro con los que el gobierno reemplzó las Leliqs y Pases Pasivos que emitía el BCRA)en poder de los bancos, más los depósitos del Gobierno en el BCRA, fijando un tope de $ 47,8 billones nominales a ese agregado.
“Como la base monetaria amplia prácticamente no varió en los últimos 30 días (-0,2% nominal) se cumple con el límite fijado por el BCRA”, subraya Quantum.
Movimientos bancarios
Sin embargo, en los últimos 30 días los bancos desarmaron posiciones en LeFis (cayeron 18,9% nominal y 22,1% real) y el Tesoro aumentó sus depósitos en el BCRA (4,8% nominal), con lo que el factor de aumento de la base monetaria fue básicamente la reducción de las LeFis en poder de los bancos, mientras el aumento de los depósitos del gobierno en el BCRA sirvió para contraerla, aunque compensar del todo la expansión.
El informe hace otras precisiones cuantitativas. Por caso, que el aumento de los préstamos al sector privado por sobre el crecimiento de los depósitos se relaciona con la evolución de las LeFis y que los préstamos totales en pesos crecieron en los últimos 30 días a una tasa mensual nominal de 9,8% (5,4% real). Ese ritmo de expansión, dice, es mayor a las tasas a las que aumentan distintas medidas de dinero. Por caso, los depósitos totales en pesos del sector privado crecen al 2,2% mensual nominal (-1,8% real).
Los movimientos en dólares son mucho menos volátiles y crecen sostenidamente desde fines de 2023. Los préstamos al sector privado pasaron de USD 3.365 millones a USD 7.026 millones entre el 14 de diciembre de 2023 y el 9 de septiembre pasado, dice el informe. Además, los depósitos en la moneda de EEUU crecieron USD 6.120 millones (de USD 14.140 millones a USD 20.260 millones), cambios que pueden asociarse a una menor percepción de riesgos y al dinamismo del sector externo.
Los más recientes movimientos (sobre todos los depósitos en dólares del sector privado) están muy influenciados por el blanqueo impositivo. “Se ve también que los bancos aumentaron su liquidez en dólares, distribuyéndola entre mayores disponibilidades y depósitos en el BCRA”, cierra el informe de la consultora.