Desde hoy, no todas las importaciones podrán ingresar al mercado interno en un plazo máximo de 60 días, como lo determinan las denominadas licencias no automáticas (LNA). Funcionarios del Gobierno prometieron a empresarios del sector Pyme que se aplicarán normas técnicas y de seguridad, que frenarán la entrada de bienes importados por plazos mucho mayores, en el marco de las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)
En la misma jornada en que se dio a conocer parte del nuevo sistema de control del comercio exterior, con la eliminación de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importaciones (DJAI), fuentes industriales indicaron a BAE Negocios que tanto el secretario de Comercio, Miguel Braun, como el secretario de Industria, Martín Etchegoyen, mantuvieron reuniones con referentes de los sectores más sensibles a la importación, a quienes les garantizaron que se pondrán en marcha herramientas alternativas (como ocurre en el marco de la OMC y en los países más desarrollados), como un sistema de medidas paraarancelarias.
“Coincidimos con Braun y Etchegoyen que administrar el comercio exterior no es dejar ingresar la mercadería pasados los 60 días (como estipulan las LNA). Dijeron que se van a buscar todas las medidas posibles y que los productos que amenacen la industria no entrarán a los dos meses. También es responsabilidad de los empresarios argentinos mostrar los costos y su competitividad”, manifestó una fuente que está al tanto de las negociaciones con el Ejecutivo.
En esta clase de reuniones, que fueron varias desde el pasado 10 de diciembre con la asunción de las nuevas autoridades, hubo un consenso en que no se va a permitir la competencia desleal, donde el foco está puesto en mercaderías que golpean las puertas de la Aduana a valores irrisorios. “Y muchas de esas herramientas puede ser políticas y no solamente económicas. Se habla de normas de seguridad, técnicas, hay un abanico y se va a buscar la forma”, apuntaron a este diario.
Cabe reseñar que el saliente gobierno comenzó a diseñar, con la colaboración directa de diversas cámaras industriales, un nuevo régimen del comercio exterior, con barreras técnicas, sanitarias y fitosanitarias. Las medidas que se estaban considerando, anticipadas por este diario, cumplen con los requisitos de la OMC y son utilizadas por los países industrializados como barreras paraarancelarias. Por ejemplo, se plantea la posibilidad de obligar a importaciones de bienes de consumo a que obtengan certificados de organismos públicos, como el IRAM o INTI, que comprueben el cumplimiento de todas las reglamentaciones vigentes en el país. Esos trámites podrían acelerarse o demorarse en función de las decisiones comerciales, en plazos equivalentes a los que se tomaban para liberar las DJAI.
En el caso de productos vinculados a la alimentación, también deberían pasar por organismos como ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) o el INTA, en busca de certificados que habiliten el ingreso al país. Otro plan que está vigente es el sistema para controlar a las etiquetas y rótulos, especialmente en productos alimenticios.
La medida publicada en el Boletín Oficial alcanza a los rubros de alimentos, bebidas, alimentos bebibles, perfumería, aseo, cuidado personal y limpieza doméstica que se comercialicen en el país.
