El 5 de octubre, en menos de dos meses, el Gobierno deberá hacer frente al vencimiento más grande de deuda de toda la gestión kirchnerista. El pago de Boden 2015 representa una cifra levemente superior a los u$s 6.000 millones, incluyendo el último cupón de intereses. Sólo hubo una erogación mayor por deuda en estos últimos doce años, que fue el pago al FMI por u$s 9.500 millones a principios de 2006.
Pero hace varios meses que el plan B que maneja el equipo económico es poder refinanciar por lo menos parte de ese vencimiento. El objetivo sería colocar una nueva emisión del Bonar 24, un título en dólares, pero emitido con ley local. Este bono se utilizó para compensar a Repsol por la expropiación de YPF y este año se colocó una nueva serie por u$s 1.400 millones. El Bonar 24 mostró un flojo comportamiento en las últimas semanas. Actualmente cotiza en Wall Street por debajo de los u$s 96, lo que significa un rendimiento del 10,2%. Hay distintos factores que explican la debilidad del Bonar 24, que incluyen estos factores:
• Hay una ofensiva de fondos buitre para bloquear los futuros pagos. Si bien se trata de un título emitido bajo ley local, en la práctica se colocó casi totalmente entre inversores extranjeros, por lo que podría ser alcanzado por las restricciones de Griesa. El peligro que corre el cumplimiento de los cupones de intereses (el próximo es el 7 de noviembre) ha golpeado al título en los últimos 30 días.
• Los mercados emergentes se vieron afectados en los últimos meses, en especial, por la caída de las materias primas. Esto se reflejó, sobre todo, en las monedas locales, pero también en los precios de las acciones y, parcialmente, de los bonos.
• Las dudas respecto de las políticas que adoptará el Gobierno que asuma el 10 de diciembre son otros elementos que complican la cotización de los bonos.
• El mercado espera que la próxima administración trabaje simultáneamente para alcanzar un acuerdo con los holdouts y el levantamiento del cepo. Lo consideran un prerrequisito para que el país vuelva a acceder al financiamiento internacional. Hasta que eso no suceda, será difícil que los títulos recuperen terreno.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=803645