Luego de peor sequía en 50 años, que diezmó la producción de soja y maíz, e hizo que la producción total quedara por debajo de las 100 millones de toneladas, el sector agrícola encara la nueva campaña con renovado impulso, y la apuesta se focaliza en el trigo, que puede llegar a cubrir más de 6 millones de hectáreas (10% por encima del ciclo anterior) y dejar un récord cercano a las 20 millones de toneladas.
Ese entusiasmo quedó demostrado en un informe elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que fue más allá de la campaña fina (trigo, cebada que están en plena siembra), y adelantó pronósticos para los cultivos de la gruesa: soja, maíz y girasol. Así los especialistas de la Dirección de Información y Estudios Económicos de la entidad rosarina proyectaron que con condiciones climáticas óptimas, la siembra total 2018/19 puede llegar al récord de 37,2 millones de toneladas, con una inversión del productor para cubrir la implantación de esa superficie rondará los u$s 10.100 millones.
La BCR apuntó que para lograr ese nivel de inversión, y dado el rojo en los que la mayoría de los productores quedaron por el clima adverso, requerirá obtener crédito bancario o comercial por más del 80% del monto previsto, y que solo estaría en condiciones de aportar de su propio bolsillo unos u$s 2200 millones.
La estimación de la BCR, presentada en la muestra Agroactiva, apunta a una siembra de 6 millones de hectáreas con trigo; la cebada cubriría 900.000 hectáreas; el maíz alcanzaría 6,6 millones de hectáreas, el sorgo 800.000; y la soja cubriría 18,2 millones de hectáreas, 1% por encima del ciclo anterior.
Si se cumplen las previsiones, el área total sembrada sería récord con 37,2 millones de hectáreas, un millón por encima de lo que se implantó el año pasado.
En ese marco, y asumiendo que el rinde se asemeja al valor tendencial de cada cultivo, esa superficie sembrada derivaría en una campaña de 120 millones de producción total de granos.
«Con condiciones climáticas normales, rendimientos de tendencia y sin inconvenientes, se podría estar ante un valor bruto de producción equivalente (VPB) a u$s 25.500 millones a los precios a cosecha vigentes en el presente y un ingreso por exportaciones cercano a u$s 26.400 millones», remarcaron los economistas Julio Calzada y Emilce Terré. Del VBP, el 61% sería provisto por la soja con un aporte de US$ 15.500 millones; 21% sería por el maíz, con u$s 5400 millones, y el trigo un 10% (u$s 2600 millones). El resto se repartiría entre girasol (u$s 950 millones); cebada (u$s 600 millones) y sorgo (u$s 450 millones).
En cuanto a las exportaciones esperables, el principal aporte a la balanza comercial provendría del complejo sojero, responsable de más de 40 millones de toneladas de exportaciones entre poroto y subproductos, u$s 18.400 dólares; mientras el maíz dejaría u$s 4100 millones en divisas y el trigo otros u$s 2700 millones.