Así el déficit cuasifiscal del banco Central se elevará a más de 3% del PBI. El mantenimiento de las política fiscal y monetaria conlleva a un incremento de la deuda del BCRA. Un tema a resolver antes de que sea tarde.
Las necesidades de financiamiento del sector público son menores el próximo año respecto de 2017. Pero aun así y cumpliendo lo que plantea el Presupuesto 2018, el Gobierno deberá colocar deuda en los mercados internacionales por aproximadamente u$s25.000 a u$s30.000 millones.
La contracara del financiamiento del elevado déficit fiscal vía la captación de dólares en el exterior, que pasan de manos del Tesoro al Banco Central (quien emite los pesos que necesita el Gobierno para afrontar sus compromisos en pesos, salarios, jubilaciones, etc.), y de la estrategia desinflacionaria del ente monetario implicará que el stock de Lebac y pases ascienda a niveles cercanos a $1,8 billones a fines de 2018. O sea, sin ningún giro en la política monetaria ni en la estrategia de financiamiento del déficit fiscal, el monto de Lebac más pases crecerá en torno a los $600.000 millones. De modo que el stock de pasivos remunerados del BCRA se incrementará en más de 3% del PBI con el consiguiente aumento en el costo anual de dichos pasivos.
Cabe recordar que gran parte de la emisión de Lebac responde a la compra de dólares al Tesoro (que capta en el exterior), por lo que este endeudamiento tiene, como le interesa destacar al BCRA, su correlato en un aumento del activo (crecen las reservas). Ya que otra parte de la emisión monetaria responde a la asistencia directa al Tesoro vía Adelantos Transitorios y Transferencia de Utilidades (que en 2018 sumarían $140.000 millones). Este año fueron $150.000 millones, pero en 2018 ahora se suman otros $20.000 millones que le girará el Banco Nación al Tesoro.
Para el economista Hernán Hirsch, «aunque este incremento del stock de Lebac tenga probablemente como contrapartida un aumento del stock de reservas, el riesgo de un BCRA crecientemente apalancado, casi como que fuera un hedge fund, no es menor. El BCRA está emitiendo pasivos a una tasa de interés del 30% anual contra activos que rinden 2% más la tasa de devaluación. Este es el costo de utilizar sólo la política monetaria para intentar desinflar la economía cuando desde la política fiscal se convalida un déficit fiscal casi récord en términos históricos y se lleva adelante una política de recomposición tarifaria relativamente agresiva». Según Hirsch, este año el déficit cuasi fiscal del BCRA se ubicará por encima del 1% del PBI, siendo probable que su patrimonio neto se torne negativo (en 2015, el resultado cuasifiscal fue superavitario en 2,5% del PBI gracias a una devaluación del 52%, que hoy no luce compatible con un escenario de creciente estabilidad monetaria)».
Además, como señaló días atrás un economista cercano al presidente Macri en una reunión reservada, el argumento de que las reservas compradas vía Lebac son una garantía para los tenedores no es tan así ya que las divisas en poder del BCRA deberán satisfacer tres demandas potenciales (que podrían converger simultáneamente): la de los propios tenedores de Lebac, la de los ahorristas que siguen atesorando (o sea, apostando al dólar o ahorrando en moneda dura) y para afrontar una corrida por una crisis externa (es decir, por motivo precaución). Claramente el stock de reservas, hoy en u$s55.300 millones, y su proyección futura no están en condiciones de satisfacer los tres objetivos. Además, la ganancia potencial del BCRA de haber comprado un dólar a $17 para venderlo muy por encima de ese valor, cuando ocurre una corrida o un abrupto aumento de la demanda doméstica de divisas, sólo se concreta cuando se desatan los contratiempos. Hasta ese momento el cuasifiscal sigue creciendo.
El próximo martes hay licitación de Lebac. Ayer la tasa corta en el mercado secundario se elevó al 31%.
Fuente: http://www.ambito.com/906260-proyectan-para-2018-un-stock-de-lebac-de-18-billones