A un ritmo más moderado que el que se observó en las primeras tres semanas de octubre, el dólar MEP viene avanzando lento pero sin pausa, llevando la brecha intra bursátiles con el contado con liqui (CCL) a 1,83%, valor mínimo en dos meses. Por otra parte, el gap que tienen ambas cotizaciones con el mayorista volvió a subir en las últimas ruedas y los analistas señalan que es necesario revertir esta dinámica para lograr que funcione la estrategia del Gobierno de, con medidas pragmáticas, lograr un puente financiero que le permita transitar sin devaluación el recorrido hasta que lleguen los dólares de la cosecha gruesa (marzo) y a que se cierre el acuerdo con el FMI.
Hasta el viernes 13, la diferencia entre el MEP y el dólar mayorista se situaba en 77,1%, mientras en la última semana la brecha avanzó hasta colocarse en 83,2%. En el caso del CCL la distancia con el oficial pasó de un 83,8% a un 86,5%. Si bien no se trata de cambios significativos en ninguno de los casos, se empieza a ver una reversión en la tendencia decreciente que permitió una caída de brechas que llegaron a 130% a niveles de 80%.
A lo mencionado, hay que agregar que el BCRA había comenzado el mes de noviembre como comprador de reservas, pero ahora sus ventas netas en el mes llegan a u$s154 millones. “Seguimos advirtiendo que el drenaje podría ser mayor: si nos guiamos por el nivel de la brecha, la pérdida mensual debería estar más cerca de los u$s900 millones. Con reservas netas en torno a los u$s4.400 millones, el puente que se busca tender a marzo, cuando empezarían a entrar los dólares de la cosecha gruesa, todavía no está asegurado”, señaló un informe de Consultatio.
Por otra parte, se mostraron críticos respecto de las consecuencias de que el Central siga asistiendo al Tesoro vía utilidades (algo que terminó de confirmar Ámbito ayer) y de las consecuencias en el mercado cambiario: “Guzmán desaprovecha una oportunidad valiosa de validar la credibilidad que, en parte, le permitió bajar la brecha”, señalaron.
El economista de ACM, Juan Pablo Di Iorio, afirmó: “Existen diversos factores que podrían ayudar al Central a revertir de la dinámica de pérdida de reservas: por ejemplo, que la demanda de divisas por turismo sea vea fuertemente disminuida este año, como también otros factores que podrían traducir de mejor manera el superávit comercial al mercado cambiario, como la acumulación de stocks de importaciones que se dio los últimos meses o el desendeudamiento privado en moneda extranjera”.
No obstante, Di Iorio advirtió: “Pero los fundamentales no cambiaron: sigue existiendo una brecha que desincentiva la oferta de dólares. Y los próximos meses son estacionalmente bajos en cuanto a liquidación de divisas. Por el lado de la demanda podría haber un aumento, porque existiría una fuerte emisión de cara a diciembre para financiar al fisco. Al mismo tiempo, la constante caída de las reservas netas y el bajo nivel de las mismas genera una efecto retroalimentación y aceleración de la corrida cambiaria”.
En cuanto a la brecha dentro de la brecha, es decir, la diferencia entre el MEP y el CCL, algunos agentes consideran que las intervenciones de organismos públicos en el mercado de bonos han tendido a planchar este último en relación al primero. El jefe de research del Instituto de Capacitación Bursátil, Leandro Ziccarelli, explicó: “En los últimos días vienen comprando bonos contra dolor divisa, vía dólar cable. ¿De dónde salen esos dólares? Quizás una parte la pone el Central, quizás otra parte el Tesoro, quizás la ANSeS, eso no se sabe ¿Quién está interesado en el dólar cable? Los fondos, que se quieren ir. Le están dando salida a los fondos desde el mercado de bonos, como ya les dieron desde la subasta”.
Zicarelli agregó: “Te das cuenta que es el Gobierno el que está vendiendo dólares cable porque los operadores no tienen posturas tan grandes. Macroeconómicamente son reservas. No hay plan para zanjar ese hueco que se armó por no sacarle las retenciones a los sojeros. Sin los dólares de la soja, siempre terminás vendiendo”.